La Comisión Europea ha autorizado la compra de ONO por Vodafone, en una operación valorada en 7.200 millones de euros, sin condiciones, tras un análisis en el que determina que la operación respeta la legislación comunitaria y no supondrá problemas para la competencia.
La operación anunciada el pasado 23 de mayo supondrá que las actividades de Vodafone y ONO se solapen en ciertas áreas del sector, según informa EFE, pero el análisis realizado pero el Ejecutivo comunitario determina que la competencia seguirá siendo lo suficientemente fuerte con “otros importantes agentes del mercado” como Telefónica, Orange o Jazztel y que la operación no será problemática.
La investigación ha puesto de manifiesto que las dos empresas son “en gran medida complementarias” según refleja el análisis, puesto que ONO opera principalmente en el sector de las telecomunicaciones fijas, mientras que Vodafone lo hace en el sector de los móviles.
La Comisión subrayó que esta investigación reveló que la entidad fusionada no estará en condiciones de excluir operadores fijos o móviles de los mercados de servicios múltiples, por lo que seguirá habiendo operadores alternativos disponibles. Por consiguiente, la Comisión ha concluido que la operación no obstaculizará la competencia en España.