La nueva circular que ultima el Banco de España para acercar el estándar contable de provisiones bancarias al criterio de pérdidas esperadas (frente al actual de pérdidas incurridas) tendrá el objetivo añadido de contener la liberación de dotaciones por parte de las entidades financieras. Tal y como ha podido conocer Vozpópuli de fuentes solventes del sector, el proyecto de nueva circular (que estará sometido a consulta) se aprobará entre finales de 2015 y principios de 2016, con la idea de que esté ya en vigor en las cuentas del primer semestre de 2016.
"El Banco de España no quiere que se liberen demasiadas provisiones", explica un alto cargo del sector financiero, quien ha pedido que no se revele su identidad. Y es que durante la crisis se llevó a cabo un esfuerzo en dotaciones por deterioros de más de 271.000 millones de euros, según cálculos de BBVA Research. En cuanto el cambio de ciclo de la economía española se ha consolidado, las entidades financieras han comenzado a desprovisionar, lo que ha ayudado a mejorar las cuentas de resultados.
Pero al BdE le da "vértigo" que esta liberación de provisiones pueda ir a más en los próximos trimestres; un escenario de ingresos y márgenes financieros a la baja podría incentivar a las entidades a desprovisionar una parte sustancial de sus dotaciones acumuladas desde 2008 con el fin de presentar unas mejores cuentas de resultados. "Desde el Banco están muy preocupados en que no se pasen", explican estas mismas fuentes.
El Banco de España, con su nueva circular pretende además reivindicar ante Europa su modelo de contabilización de provisiones basadas en criterios objetivos y numéricos. "El BdE nunca quiso que las pérdidas estuvieran abiertas a la interpretación, por lo que estableció modelos más restringidos. En eso estamos bastante solos, porque el BCE no ve la contabilidad, sino el volumen de capital en su conjunto y se fía de lo que digan los auditores", explica este alto cargo especializado en regulación y compliance.
La nueva circular, más en línea con Europa
A falta de conocer los detalles que prepara el Banco de España en su proyecto de circular, las entidades dan por hecho que la misma será como mínimo un paso para converger con los nuevos criterios contables de pérdidas y provisiones en el entorno europeo. Eso pasa, por ejemplo, por revisar una rareza contable como los créditos subestándar (dañados pero no morosos), un tipo de activo que para las entidades españolas conllevaba una dotación económica, no así en el conjunto de Europa.
La implantación de una normativa contable de pérdida esperada en España en ningún caso podrá instaurarse al 100% hasta 2018
Este tipo de mayores exigencias para los bancos españoles "han dado la sensación de que para España los temas de capital siempre han sido más duros que el resto de países", reconocen fuentes financieras, quienes esperan que "la nueva circular cambie ciertas cosas para que la norma española tenga mejor apariencia de cara al sistema de pérdida esperada" que se avecina de aquí a dos años.
Sin posibilidad legal hasta 2018
La implantación de una normativa contable de pérdida esperada en España en ningún caso podrá instaurarse al 100% hasta 2018, según han explicado a Vozpópuli fuentes próximas al Banco de España. "Falta que se apruebe un reglamento de ámbito europeo, que se espera para la mitad de 2016", especifican. Es decir, que en ningún caso la nueva circular sería una normativa que traspusiese de forma directa el modelo de provisiones por pérdida esperada, aunque la misma sí que va encaminada a facilitar la transición.
En realidad, la nueva circular supondrá en la práctica un abanico de cambios técnicos y metodológicos encaminados a acercarse más a la IAS 39, la normativa que a día de hoy rige la contabilidad financiera a nivel internacional. La nueva circular será, por tanto, un reglamento de transición para ir adaptando a los bancos y cajas a la normativa de pérdida esperada que estará vigente de forma plena en 2018.
