El Gobierno, a través de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), tiene colocados en una cuenta del Banco Popular los 1.550 millones de euros de superávit eléctrico que no puede destinar a rebajar el recibo de la luz que pagan todos los consumidores.
El sistema eléctrico, después de más de 13 años generando un déficit que ha rozado los 30.000 millones de euros y que, mes a mes, pagan todos los ciudadanos, entró en saldo positivo en 2014 gracias a las medidas de ajuste del Gobierno de Mariano Rajoy (recorte a la retribución de las renovables, subidas de las tarifas a los consumidores y aplicación de nuevos impuestos).
Ese año, el superávit de tarifa fue de 550 millones y en 2015 se disparará previsiblemente al entorno de los 1.000 millones, después de que en noviembre de este año se realice la liquidación final del pasado ejercicio.
La Ley Eléctrica impide que el Gobierno utilice el saldo positivo del sistema para rebajar la tarifa de la luz a los consumidores
Así las cosas, la CNMC tienen en sus arcas unos 1.550 millones de euros de saldo positivo del sistema eléctrico que tiene colocados en una cuenta corriente del Banco Popular a un interés de Euribor más 0,50 puntos.
¿Por qué no destina el Ejecutivo ese balón de oxígeno del sistema eléctrico a rebajar los peajes del sector y provocar una importante bajada en el precio de la luz? Todo Gobierno que se precie utilizaría tan importante arma electoral en la antesala de los comicios para dar un respiro a la gravosa tarifa de la luz, pero la Ley del Sector Eléctrico no lo permite.
El artículo 19 de la Ley Eléctrica que el PP sacó adelante en diciembre de 2013 establece que “los superávits de ingresos del sistema (…), siempre que existan desajustes de años anteriores, se destinarán a la reducción de las cantidades pendientes de devolución”.
Popular arrebató a La Caixa el contrato con la CNMC para gestionar el saldo positivo al ofrecer Euribor más 0,5 puntos
Es decir, que todo saldo positivo que se genere irá destinado a recortar la deuda viva existente (ha bajado de los 30.000 a los 23.000 millones de euros), pero nunca podrá utilizarse por el Gobierno para bajar el precio de la luz.
Y la paradoja es más sangrante aún cuando estos excedentes se producen porque los consumidores han pagado de más por la luz desde 2014 y 2015, y ahora no se pueden beneficiar de ese saldo positivo.
Así que al regulador CNMC no le queda otra que colocar esos 1.550 millones de euros en una cuenta bancaria, aunque sea con una mínima retribución.
Hasta octubre de 2015, era Caixabank la entidad encargada de custodiar el superávit del sector eléctrico, pero la CNMC convocó un concurso para buscar al banco que mejor retribuyera esos miles de millones.
El Banco Popular fue más agresivo en su oferta que la entidad catalana y se hizo con el contrato, de forma que ahora es el banco que preside Ángel Ron, inmerso en una complicada ampliación de capital de 2.500 millones de euros, el que gestiona el superávit.