Repsol y Argentina buscan una fórmula con la que compensar a la petrolera española tras la expropiación de YPF. Tal y como adelantó ayer Vozpópuli, el Gobierno argentino ha llegado a la firme conclusión de que no podrá solventar sus dificultades energéticas a menos que pacte con la compañía que preside Antonio Brufau.
El problema consiste en que los argentinos no tienen dinero para indemnizar a la multinacional española. Quizás se podrían emplear títulos de deuda pública. Pero esa opción puede no ser suficiente. Los bonos del Estado argentino ofrecen muy poca credibilidad después del impago del país hace una década. De hecho, este jueves se conocía una sentencia de un tribunal de Nueva York que obliga a Argentina a pagar unos 1.000 millones de euros a los fondos de inversión que rehusaron entonces restructurar su deuda.
Otra posibilidad es que Repsol permita que entre un tercero y los españoles se lleven una parte de los beneficios de éste o incluso sean socios. Sin embargo, ahí el margen parece bastante estrecho.
La tercera alternativa es que Repsol vuelva. Pero eso no puede hacerse de cualquier forma, pues dejaría en evidencia a Fernández de Kirchner después de haber difamado día sí y día también a la petrolera española.
Para conseguir esto, habría que articular alguna formato de regreso que demostrase que la presidenta argentina tenía la razón y, por lo tanto, Repsol retornaría de cara a la opinión pública argentina con el rabo entre las piernas.
Con ese fin, se podría instrumentar algún tipo de desembolso de la petrolera española que ‘compensase’ al Gobierno argentino y se 'devolviese' a la española más adelante. Esta última baza podría, sin embargo, tener un precio añadido: la destitución de Brufau.
Las relaciones entre Brufau y Fernández
El presidente de YPF, Miguel Galuccio, ha forzado la mano de los peronistas y ha conseguido que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner acepte que la única solución para la carestía de suministro del país sea negociar con Repsol. Y entre las posibilidades que baraja el alto ejecutivo argentino se encuentra el regreso de la compañía española a Argentina.
Pero en esta historia el presidente de Repsol, Antonio Brufau, se la juega. Las relaciones con los argentinos se rompieron tras la expropiación y ahora Fernández de Kirchner no podría admitir que vuelva Repsol con Brufau al frente.
Para mayor inri, el Gobierno argentino ha iniciado los contactos intentando saltarse a Brufau. Así que parte de las conversaciones están ocurriendo a espaldas del directivo, quien teme por su cabeza. En una entrevista concedida a El País, afirmaba: “No parece muy lógico que la parte que inicia el conflicto sea la que pide que cambien al interlocutor en la negociación. Esto no es un tema personal, sino entre Repsol y el Estado argentino y la prioridad es que esta casa recupere lo que es suyo. Pero si fuese cierto, el día que hayamos recuperado lo que es nuestro, ese mismo día convoco el consejo de administración y le pongo mi cargo a disposición. Ese día”.