El presidente de YPF, Miguel Galuccio, considera que hay voluntad política por parte de los Gobiernos español y argentino de llegar a un acuerdo en el conflicto sobre la expropiación del 51% de YPF, pero que el presidente de Repsol, Antonio Brufau, no parece por ahora muy dispuesto a ello.
Galuccio se reunió con el ministro de Industria y Energía, José Manuel Soria, a principios de octubre en Madrid y recabó de él la posición del Ejecutivo de Mariano Rajoy, que es favorable a llegar a un acuerdo lo antes posible. En esa misma línea estaría la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, según Galuccio, que ya ha puesto sobre la mesa una propuesta de acuerdo que fue rechazada de plano por el consejo de Repsol.
Sin embargo, pese a la posición de los dos gobiernos, Galuccio cree que es Brufau el que no quiere negociar, ya que "después de que el directorio (consejo) le diera al presidente un mandato para negociar, hasta la fecha de hoy no ha habido negociación alguna".
Galuccio dice que Soria le confirmó a principios de octubre que Madrid busca un acuerdo al igual que también lo persiguen el Gobierno Kirchner y los accionistas de referencia de Repsol
"Conozco muy bien al presidente de Pemex (Emilio Lozoya), somos cuates, y también conozco bien al presidente de La Caixa (Isidro Fainé). Los dos accionistas de referencia se han mostrado muy proactivos a negociar y han forzado el mandato al directorio para que pedir formalmente una salida negociada, pero ahora mismo no hay negociaciones", señaló Galuccio ante un grupo de periodistas españoles en Buenos Aires.
Brufau y su equipo, por su parte, han defendido en los últimos meses que las propuestas que han traído los dos accionistas (Pemex, con un 9,4% y La Caixa, con un 13%) desde Argentina eran inasumibles por insuficientes y han sido rechazadas por unanimidad por el consejo de Repsol.
La última de estas propuestas planteaba una compensación a Repsol por la expropiación del 51% de YPF valorada en 5.000 millones de dólares (1.500 en efectivo más 3.500 en activos en Vaca Muerta), pero el presidente de Repsol lo consideró una oferta trampa con obligaciones de reinversión y sobrevaloraciones irreales de los activos. Repsol sigue pidiendo 10.500 millones de dólares por el paquete expropiado en abril de 2012.
Dado que la vía negociadora no avanza, el Gobierno argentino recibirá en breve la tasación económica del 51% expropiado que realizará el Tribunal de Tasación, que será la que sirva de base para que el Estado deposite en una cuenta del Banco Nación esa cantidad económica a disposición de Repsol.Según las fuentes consultadas, esta cantidad no diferirá muchos de los 1.500 millones de dólares ya ofrecidos por Kirchner a Brufau.
El Tribunal de Tasación presentará antes de fin de año la evaluación del 51% de YPF para cumplir con los plazos legales y dar carta de realidad a la expropiación
"Con esta evaluación se fija el valor definitivo y se cierra el proceso legal por parte del Gobierno", dijo Galuccio. Sin embargo, cuando se conozca el resultado de la tasación, Repsol recurrirá previsiblemente esta decisión de parte, recurso que podría adjuntarse al proceso arbitral ya en curso en el Ciadi o presentarse también ante la Justicia argentina.
Sea de una forma o de otra, si no interviene mediación alguna por parte del gobierno español o Brufau da su brazo a torcer, el conflicto va camino de enquistarse aún más en los próximos meses.
Es más, YPF amenaza ahora con sacar adelante la demanda contra Brufau y su equipo en Argentina por asignarse sobresueldos desde mediados de la década pasada, en línea con la petición aprobada por la última junta de accionistas de YPF.
YPF amenaza ahora también con demandar a Repsol por ser un socio desleal dentro de YPF, donde aún posee el 12%, por perseguir a aquellos inversores que quieren colaborar con la petrolera argentina para desarrollar Vaca Muerta
También insisten los directivos de la petrolera estatal que el único objetivo que perseguía el equipo del ejecutivo de Mollerusa al frente de YPF era "el vaciamiento de las arcas de la compañía", pagando año tras año el 100% de los dividendos y dejando a la empresa sin poder para invertir todo lo necesario.
Según el director financiero de YPF, Daniel González, "en 2013 YPF invertirá 5.000 millones de dólares, más del doble de lo que invertía en 2010" cuando era Brufau el que dirigía la gestión, "provocando con ello el declino de la producción de YPF y el déficit energético de Argentina", que en 2012 tuvo que importar productos energéticos por valor de 10.000 millones de dólares.
Las inversiones de la nueva YPF, según sus actuales directivos, ha permitido triplicar la actividad de producción petrolífera en Vaca Muerta y ha despertado el interés de los grandes inversores y compañías petrolíferas como Chevron y Dow Chemical. Y eso que, según Galuccio, Repsol ha intentado criminalizar a aquellos inversores que colaboren con YPF en Vaca Muerta, de forma que no descarta demandar a la petrolera española, que aún controla un 12% de YPF, por ser un socio desleal y remar en contra de los intereses de su participada.