El comportamiento del negocio de exploración y producción impulsó las cuentas de Repsol en los seis primeros meses del año, en los que el beneficio neto alcanzó los 1.056 millones de euros, un 65% más que en el mismo periodo de 2016. La mejora de eficiencias, la subida de los precios de referencia y la reanudación de la actividad en Libia explican que el beneficio del área de ‘upstream’ se multiplicara por más de cinco.
El resultado neto ajustado fue de 1.126 millones, un 23% más que hace doce meses.
El Ebitda de la petrolera se incrementó un 29%, hasta 3.108 millones de euros mientras que la deuda se redujo un 36%, aún influida por la venta del 10% de Gas Natural que se registró tras el verano de 2016.
Mientras, el negocio de ‘downstream’ registró un comportamiento similar al de los seis primeros meses del ejercicio pasado, con un resultado de 929 millones de euros.