La Guardia di Finanza italiana tiene sospechas de que Santander y Monte dei Paschi de Siena (MPS) hicieron operaciones irregulares en la venta de Antonveneta en 2007, al inflar de forma artificial el precio del banco italiano para repartirse las ganancias. Nuevos datos de la investigación judicial en Italia implican al banco entonces y ahora presidido por Emilio Botín, que compró a ABN Amro por 6.300 millones el Antonveneta en octubre de 2007 para venderlo apenas dos meses después con una plusvalía de casi 4.000 millones.
Según informa el 'Corriere della Sera', MPS "para curar el agujero en las cuentas abiertas con la compra de Antonveneta estableció operaciones de alto riesgo durante 2008 con bonos y derivados". Estas operaciones habrían salido mal, aumentando aún más el agujero de la banca toscana. Pero el verdadero meollo de la investigación está en ese presunto pacto entre Santander y Monte dei Paschi (con la anuencia de JP Morgan) para inflar el valor de Antonveneta, repartirse las ganancias y posteriormente sacar el dinero del país hacia Suiza. El Estado italiano ha tenido que pagar 3.900 millones de euros para cubrir el agujero de la banca sienesa y el Banco de Italia (cuando ocurrieron los acontecimientos estaba presidido por Mario Draghi ha denunciado que no fue informado de las operaciones con derivados de MPS.
Esta compra ya causó controversia en su día por la facilidad con que Emilio Botín había ingresado 3.000 millones de euros. Ahora se abre una nueva fase de la investigación en la que se está definiendo a quién llamar a declarar. Se piensa en Ettore Gotti Tedeschi, responsable durante 20 años del Santander en Italia y que se había reunido en multitud de ocasiones con el presidente de MPS, Giuseppe Mussari.