El aguacate ha alcanzado esta semana los precios más altos de su historia. En México se pagaba el kilo en origen a principios de año a unos 25 pesos (1,2 euros) y esta semana ya se pagaban 530 pesos (2,6 euros), según datos de Bloomberg. La subida de precios en el principal productor del mundo (45% de la producción mundial) ha impactado a todos, y por supuesto a España. En las zonas productoras de Málaga y Granada esta fruta tropical se vendía el año pasado a 2,5 euros el kilo, hace unos meses a 3 y los últimos ya se venden a 4 euros en origen.
La demanda en este inicio de año está cada vez más fuerte. Y por el lado de la oferta ha habido menos producción por culpa de sequías y fenómenos metereológicos en Chile y Perú. Como Estados Unidos ya no tiene suficiente con la fruta mexicana, empieza a tirar de América del Sur, países que han desviado producciones que iban dirección a Europa.
Pero el desequilibrio total lo ha traído China, que casi ha doblado sus importaciones en 2016 respecto a 2015 desviando también producción sudamericana. En definitiva, la demanda está creciendo a más velocidad que la oferta.
España consume americano
Con la subida de precios aparecen los robos. "La semana pasada hubo aquí un robo de 800 kilos, donde el agricultor le podría haber sacado 4 euros por kilo", asegura Juan Pablo Camacho, responsable de subtropicales de COAG y productor en Granada. Igualmente, hace escasas semanas se produjo otro robo masivo de aguacates en Valencia. Su valor es tan alto que los ladrones del campo optan por quitárselo a los productores, ya que "está pegando un subidón tremendo porque la demanda es superior a la oferta".
Paradójicamente, la mayoría del aguacate que se consume en España viene de importación de América, con Perú o Chile como principales proveedores. Y la fruta española, que se paga un 30% más cara que la americana, acaba en las mesas de los consumidores del norte de Europa. La producción española está destinada en un 70% a estos mercados, acostumbrados a comprar el aguacate por unidades.
La tendencia a una mayor demanda no parece tener fin. Cada norteamericano consumo tres kilos al año. Los europeos estamos por debajo con aproximadamente un kilo por año y los chinos, de ponerse al mismo nivel que los anteriores, tensionarían de forma desconocida el precio del fruto.
La fruta de los millennial
Los millennial, ese estrato de población entre 18 y 35 años, son los que están tirando de la demanda en toda Europa. Un continente que ha 'descubierto' una fruta que no produce, pues sólo España está entre los 10 mayores países productores de aguacate del mundo. El aguacate ha adquirido cierto valor 'aspiracional' entre mucho consumidor, especialmente joven, considerado incluso un 'superalimento'. A pesar de ello, no todos tienen la misma calidad.
Lo cuenta Miguel Rey, productor de aguacate en la Axarquía (Málaga) y portavoz de UPA: "Tenemos sobre todo la variedad hass, que es la que más se planta en nuestra zona y es el típico aguacate con una piel rugosa. Es la más importante a nivel mundial y también, al menos para mí, una de las más sabrosas. También se planta la variedad fuerte, con un sabor aceptable y tamaño más grande y una piel más lisa, y la bacon, que es la que menos sabor suele tener". En estas dos zonas de Andalucía muchos productores de aguacate han visto como su producción, a la vez que sube de precio año a año, también se enfrenta a importantes retos: "La fruta tropical necesita mucha agua y de esto estamos escasos", lamentan.
Problemas con el agua
La productividad de una hectárea española de aguacate está muy por debajo de la de las americanas, lo cual produce un fruto más caro y, aseguran, de más calidad. "Nosotros hacemos unos 7.000 kilos de media por hectárea. No puedes competir con países como México que hacen 15.000. Perú también porque son zonas tropicales donde nació el fruto. Además la zona de Málaga y Granada es una zona montañosa, son terrazas donde el cultivo no puede ser tan intensivo y los árboles tienen más espacio entre sí. Eso nos da un producto muy preciado pero un 30% más caro", dice Camacho.
Además, los productores señalan que el suministro de agua se está poniendo difícil para una producción cada vez mayor. "La fruta tropical necesita mucha agua y aquí estamos teniendo problemas con ello. Además, el aguacate que tenemos en España es muy sensible a cualquier tipo de plaga, que no tratamos con la dureza para la planta con que lo hacen en América. Este año las plagas nos están afectando, hay árboles que se están secando y ello afecta a la producción de muchos", cuenta Miguel Rey.
