Fueron las grandes señaladas por el hecho de que el precio de la luz se disparara durante las primeras semanas del año pero lo cierto es que las compañías eléctricas se pueden contar entre las víctimas del alocado comportamiento del mercado mayorista en aquellos días. Los efectos de aquella volatilidad han aflorado en las cuentas trimestrales de las grandes distribuidoras, en las que se refleja una caída de los beneficios brutos de explotación del entorno de los 255 millones de euros en lo que se refiere a generación y comercialización en España.
Las cuentas de Endesa, Iberdrola y Gas Natural Fenosa correspondientes a los tres primeros meses del año han reflejado descensos generalizados en sus beneficios, algo más acentuados en el caso de la primera, con una caída del 26%. En conjunto, las tres ganaron durante el primer trimestre de 2017 un 10% menos que en el mismo periodo del año anterior.
Una parte importante de este comportamiento se debe a lo acontecido en el mercado eléctrico español, especialmente durante las primeras semanas. Los resultados son concluyentes. Endesa refleja un descenso del 38% en el Ebitda de su negociación de generación y comercialización en España, una proporción muy similar a la de Gas Natural Fenosa, que recortó un 39% el beneficio bruto de explotación de su negocio eléctrico en España. La mayor exposición de Iberdrola al sector de renovables redujo algo el impacto del subidón de la luz en sus cuentas en España, aunque no pudo evitar una caída cercana al 20% en su Ebitda.
Durante el primer trimestre, el precio mayorista de la electricidad en España registró una media de 55,6 euros por megawatio/hora, nada menos que un 79% por encima del que se dio en el mismo periodo del año anterior, aunque los precios en este año fueron anormalmente bajos por las condiciones climatológicas. Si se compran con los de los tres primeros meses de 2015, un ejercicio algo más convencional, los precios del inicio de 2017 fueron casi un 21% más elevados.
Una de las claves para la notable subida de los precios de la luz, además del parón de las centrales nucleares en Francia, fue el clima, con una notable de viento y lluvias que provocó estragos en la producción de energía con fuentes más baratas en detrimento de las más caras. Así, Gas Natural Fenosa redujo su producción hidroeléctrica de forma espectacular, un 75%, debido a la escasa pluviosidad del periodo. Mientras, para Iberdrola la reducción fue del 41% y para Endesa, del 36%.
Cifras que han obligado a las compañías a recurrir a fuentes más caras como los ciclos combinados, afectados además por la subida que también experimentaron los precios del gas y de otras materias primas, como el petróleo, cuyos precios también fueron anormalmente bajos en el inicio de 2016.
El sufrido consumidor que está en el mercado regulado (aproximadamente un 48% del total) padeció en sus carnes una subida media del recibo de entre 15 y 20 euros al mes. Sin embargo, esa diferencia no fue tanto a parar a las arcas de las eléctricas. “Obviamente, una subida como la que se produjo al inicio del año no se puede repercutir por completo al cliente”, explicó el consejero delegado de Gas Natural, Rafael Villaseca, en la reciente conferencia con analistas para explicar las cuentas del primer trimestre del año.
Las tres grandes distribuidoras han coincidido en señalar, a la hora de presentar al mercado sus resultados, que esperan que los efectos negativos vayan remitiendo a lo largo del año, por lo que ninguna ha procedido, por ahora, a revisar sus objetivos para el conjunto del año. Eso sí, el pesado lastre del primer trimestre convertirá en fatal cualquier contratiempo de aquí a diciembre.