El gigante italiano de concesiones de infraestructuras Atlantia hizo públicos este lunes los primeros detalles concretos de su oferta para la adquisición de Abertis aunque para culminar la operación le resta un detalle fundamental: alcanzar un acuerdo con La Caixa, principal accionista a través de Criteria, del grupo español. Un pacto que no ha sido posible alcanzar pese a las numerosas e intensas negociaciones mantenidas entre las partes, lo que añade incertidumbre a una operación que se va por encima de los 16.000 millones de euros.
La oferta fue comunicada al mercado primera hora de este lunes después de ser finalmente aprobada por el consejo de administración de Atlantia el domingo. La respuesta de Criteria fue tibia. Se limitó a acusar el recibo de la propuesta y manifestar que la estudiaría con detalle y, eso sí, sin prisas. La explicación estribaba en lo que posteriormente comunicaría el consejero delegado de Atlantia, Giovanni Castellucci, a un grupo de analistas: no fue posible un acuerdo con La Caixa antes del anuncio previo de la oferta.
En la reunión con analistas, Castellucci no se prodigó en detalles. Tan sólo aseguró que los contactos en los últimos días han sido intensos pero han finalizado sin éxito. Los porqués son básicamente dos y tienen que ver tanto con la gobernanza de la futura Atlantia como con la contraprestación de la oferta italiana.
El primer punto es el más delicado. El principal accionista de Abertis, con una participación algo superior al 24% del capital, no se conforma con los tres puestos en el consejo de administración que la ofrece la compañía italiana cuando culmine la oferta. La presencia en el consejo se correspondería con el peso que Criteria tendría en el capital de Atlantia (aproximadamente el 15%, frente al 25% de la familia Benetton, primer socio del grupo italiano, que diluiría su participación desde el 30,25% que posee en la actualidad). Sin embargo, la entidad que preside Isidro Fainé no está dispuesta a que su papel dentro de la compañía se limite a sentarse en la mesa del consejo.
Mando compartido
La Caixa quiere puestos ejecutivos en la compañía. No tanto mandar más que los que estarían por encima en el accionariado pero sí, al menos, mandar lo mismo. De ahí que, por ahora, el intento de acuerdo para presentar la oferta con el compromiso de Criteria de aceptarla, como era deseo de los italianos, haya sido imposible.
En un segundo capítulo está el asunto de la contraprestación de la oferta. No es el más determinante pero lo cierto es que los 16,50 euros que Atlantia ofrece por cada acción de Abertis han dejado un tanto fríos a los accionistas del grupo español. Además, la reacción de ambas empresas en bolsa ha sido peculiar. Mientras que Abertis, la receptora de la OPA, ha registrado un descenso del 0,6% y ha cerrado por debajo del precio de la oferta (concretamente, a 16,35 euros), Atlantia ha tenido una jornada brillante, con un repunte del 2,5% en una sesión que los principales índices europeos han cerrado con leves avances.
Es más, Atlantia ya cotiza casi un 4% por encima del precio al que cotizaba en la sesión previa a la confirmación de que preparaba una operación corporativa con Abertis.
"El mercado está premiando a Atlantia al considerar que su oferta es muy ajustada, beneficiosa para sus intereses pero no tanto para los de Abertis. Una señal de que los inversores consideran que trata de comprar barato", señaló un analista del sector.
Al menos, hasta final de año
En su papel, el consejero delegado de Atlantia aseguró a los analistas que "el precio de la oferta es bueno, aceptable; es el precio correcto, no se trata de una prueba" para calibrar el interés de los accionistas de Abertis. De ahí que se mostró contrario a revisar la contraprestación. "Hemos introducido de forma voluntaria un porcentaje mínimo de aceptación. El éxito de la propuesta dependerá del mercado. Si considera que la oferta es mala no tenemos nada que hacer".
En cualquier caso se prevé un proceso largo. La reacción de Criteria a la propuesta constituye toda una declaración de intenciones. El tiempo que se tomará la entidad se invertirá en tratar de alcanzar un acuerdo con Atlantia sobre su papel en la nueva compañía más que en valorar la oferta desde el punto de vista económico. Un pacto en la gobernanza puede hacer que el precio ya no parezca tan escaso.
No obstante, los ejecutivos de Atlantia parecen preparados para lo que se avecina como una larga batalla. Sus previsiones pasan por que la operación, de llevarse finalmente a cabo, culmine a finales de año. Siete intensos meses por delante en los que no todo será esperar a las pertinentes autorizaciones.