La cadena de supermercados Sainsbury's confirmó este lunes que tiene planes para fusionarse con Asda, subsidiaria del gigante estadounidense Walmart, por un valor combinado superior a los 10.000 millones de libras (11.300 millones de euros).
En un comunicado divulgado este lunes, la cadena británica indicó que estos dos supermercados, dos de los mayores del Reino Unido, esperan reducir los precios de los alimentos en un 10% y que no hay planes para cerrar sucursales como parte del acuerdo.
Con esta fusión, el propietario de Asda tendrá el 42% del nuevo negocio y recibirá 2.970 millones de libras (3.356 millones de euros) en efectivo, por lo que el valor de este supermercado ascenderá a 7.300 millones de libras (8.249 millones de euros), en tanto que el valor de Sainsbury's está estimado en 5.900 millones de libras (6.667 millones de euros).
El nuevo grupo, según la nota, tendrá una facturación combinada de 51.000 millones de libras (57.630 millones de euros).
"Precios más bajos"
El presidente de Sainsbury's, David Tyler, dijo hoy que "esta combinación de Sainsbury's y Asda creará un valor considerable para nuestros accionistas y supondrá una noticia excelente para nuestros clientes y colegas. Como uno de los mayores empleadores del país, este negocio combinado hará una mayor contribución a la economía".
"La propuesta unirá a dos de los equipos de gestión con más experiencia y talento", agregó Tyler. Por su parte, el presidente y consejero delegado de Asda, Roger Burnley, señaló que este nuevo grupo permitirá ofrecer precios más bajos en los establecimientos y mayor variedad de productos.
La firma resultante contaría con 2.800 establecimientos en el Reino Unido y se acercaría a una cuota de mercado del 30 %, similar a la de Tesco, la primera cadena de supermercados del país.
Esta fusión tendrá que recibir la aprobación de la Autoridad de Competencia y Mercados británica.
Walmart compró Asda en 1999 por 6.700 millones de libras (7.570 millones de euros al cambio actual), aunque la firma ha sufrido en os últimos años la competencia de Tesco y los supermercados alemanes Aldi y Lidl, que también han adoptado una política precios bajos.