El Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas denunció hace poco más de un año en su revista 'Mach 82' la precariedad laboral existente en la aerolínea española Swiftair, a la que pertenece el avión estrellado este jueves en la zona del desierto del Sahel. Sin embargo, ésta hizo oídos sordos. "Swiftair institucionaliza la precariedad laboral", criticaron desde el Sepla.
Tanto el comandante Agustín Comerón como su copiloto, Isabel Gost, "fueron contratados por obra para cubrir la temporada de verano", según informa este viernes el periódico 'El Mundo', que ha tenido acceso a la publicación que da voz a los pilotos, actualmente inaccesible. Ambos pilotos habían trabajado para la extinta Spanair y tenían "buena experiencia".
El colectivo de tripulantes de vuelo denunció a la aerolínea "por aplicar una política de ahorro de costes a costa de precarizar al límite la profesión de piloto". En su número 166 de 2013, el Sepla critica que los sueldos eran de "menos de 12.000 euros al año, algo inaudito en el mundo de la aviación". Además, insistió varias veces en que la "calidad de la operación aérea depende en gran parte del nivel de las condiciones laborales que se ofrezcan a los que son responsables del vuelo".
Y añade: "La precariedad laboral amenaza la calidad de las operaciones dado que las decisiones de un piloto se pueden ver afectadas por su estado de ánimo". Asimismo, zanjó: "La política de la compañía no parece tener en cuenta este elemento".
Salario bruto de 842 euros
El Sepla advirtió también de que unos salarios bajos "pueden suponer un serio riesgo para la seguridad áerea". En este sentido, destacó que hace poco más de un año, Swiftair dio luz verde al convenio de sus copilotos, en el que se creaban tres niveles salariales asignando un salario bruto de 842 euros mensuales, lo que supone más de un 40% menos del salario más bajo que cobra un copiloto, unos 1.400 euros, según informa 'El Mundo'.
El Sepla denunció que en Swiftair los pilotos cobraban "menos de 12.000 euros al año"
Sin embargo, cabe precisar que los copilotos afectados por estos niveles salariales fueron los de aviones de transporte regional y los Embraer, quedando fuera los MD, empresa que pasó a ser propiedad de Boeing. "A este marco laboral se suma una indemnización pactada por despido después de dos años de 1.900 euros", un acuerdo que no contó con la aprobación del Sepla.
"Pagar por volar"
El colectivo de tripulantes denunció también que Swiftair era el paradigma del concepto "de pagar por volar". En dicho número de su revista criticaron que convertían las cabinas de sus aeronaves en "escuelas de vuelo". "En vez de pagar al copiloto por ejercer un trabajo, el asiento de éste pasa a ser utilizado por un estudiante aspirante a piloto, que está pagando por ejercer dicho trabajo", según ha reconocido Javier Martínez Velasco, presidente del sindicato, en declaraciones al rotativo de García-Abadillo.