Telefónica quiere acelerar su salida de Reino Unido para concentrar todos sus esfuerzos en dos mercados consolidados y otros dos emergentes. España y Alemania, por un lado, y Brasil y México, por el otro. El grupo que preside César Alierta, tras ver frustrado el intento de venta de O2 a BT, ha puesto en marcha su plan B y ya negocia con Hutchinson Whampoa la colocación de su filial móvil británica.
El gigante hongkonés está extendiendo su malla de operadores de telefonía móvil en Europa y se ha postulado para comprarle O2 a Telefónica, en una operación que podría superar los 12.000 millones de euros.
La compañía española ha renunciado a seguir en este negocio en Reino Unido, por ser un mercado maduro con un recorrido limitado en cuanto a crecimiento futuro y en el que no puede prestar servicios convergentes al no contar con una división para banda ancha.
Telefónica con O2 operando sólo en telefonía móvil en un mercado tan competitivo como el británico quedaría en una posición rezagada y acabaría siendo expulsada por los grandes operadores convergentes allí presentes.
El grupo que preside César Alierta se ha comprometido a rebajar su deuda, que ahora ronda los 45.000 millones de euros
Descartada ya la posibilidad de comprar una compañía de fijo y banda ancha, el plan de Alierta pasa por acelerar la venta de su filial móvil y destinar los ingresos obtenidos a recortar su abultada deuda, ahora situada en los 45.000 millones de euros, y a reforzar sus inversiones en Brasil y México, señalan fuentes del sector.
Si la gran apuesta en Europa son España y Alemania (controla Telefónica Deutschland), el objetivo prioritario en el subcontinente americano es Brasil, en primer lugar, seguido de México, otro de los mercados con mayor recorrido de toda América.
Telefónica quiere ser líder indiscutible en Brasil, como demuestra su estrategia seguida en los últimos años. Compró a Portugal Telecom su participación accionarial en Vivo; posteriormente, cerró la adquisición de GVT a Vivendi por 7.450 millones de euros y ahora trabaja en la compra de TIM a Telecom Italia, en una operación para la que necesita cash y que podría afrontar en alianza con sus competidores América Móvil y Oi.
Para minar el poder casi omnímodo de Carlos Slim en las telecos de México, Telefónica podría relanzar su plan para comprar una compañía en este país
Las tres compañías barajan unos precios del entorno de los 12.000 millones de euros para adquirir la filial brasileña del grupo italiano, según ha informado Bloomberg.
Los ingresos de la venta de O2 en Reino Unido vienen como anillo al dedo a la operación en ciernes en Brasil. Pero no queda ahí la cosa, porque Telefónica también está explorando oportunidades de compra en México, con el objetivo de hacer frente al poder casi omnímodo de Carlos Slim, el magnate que controla América Móvil, que paradójicamente será su aliado en la compra de TIM en Brasil.
Telefónica México ha sondeado posibles operaciones para crecer en el país.
El objetivo de la multinacional española es poder ofrecer servicios convergentes en estos dos países, donde las previsiones de crecimiento de este negocio para los próximos años son exponenciales.