Telefónica pasa al ataque para defenderse de las críticas recibidas por parte de Vodafone y Orange sobre el dominante poder de mercado que le dará la compra de Canal+.
La mayor teleco de España niega que la unión de Movistar TV y Canal+ le dé un 82% del mercado de la televisión de pago en ingresos y un 62% en número de clientes, como ha señalado Vodafone.
Para el presidente de Telefónica de España, Luis Miguel Gilpérez, lo que realmente va a controlar de ese mercado está en el entorno del "30%, no del 80%", ya que según su criterio, hay que incluir "el resto de grupos audiovisuales". Por los contenidos de pago compiten en el mercado, además de Telefónica y Canal+, ONO, Atresmedia y Mediaset, entre otros, según Gilpérez.
Así que si estos competidores, y sobre todo Vodafone y Orange, quieren disponer de contenidos premium para captar abonados y ganar cuota de negocio, que dejen de pedírselos al nuevo gigante en ciernes tras la compra de Canal+ y se vayan al mercado a comprarlos.
"No quiero ser la central de compras de contenidos de España" tras adquirir la plataforma de pago ahora en manos de Prisa, considera el ejecutivo, que recomienda a sus competidores que tiren de chequera para hacerse con contenidos premium como la Liga de fútbol, la Champions, la Fórmula 1, el motociclismo, el cine de estreno y las aclamadas series estadounidenses, entre otros.
Telefónica dice que sólo controla un 30% del mercado de TV de pago en el que también hay que incluir a Atresmedia y Mediaset
"Que compitan todos los operadores por el fútbol, como hemos hecho nosotros con la Champions, que nos dicen que la ha ganado Mediapro y Atresmedia", defiende Gilpérez.
Vodafone y Orange han pedido a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) que sea "implacable" a la hora de imponer condiciones a la unión de Movistar TV y Canal+ y que exija a la nueva compañía a que ofrezca a "precios replicables" contenidos premium para que ellos puedan competir en igualdad de condiciones.
Pero Telefónica insiste en que casi todos los años hay contenidos premium, sobre todo el de más tirón, el fútbol, que salen al mercado y los operadores interesados se gastan ingentes cantidades de dinero para después poder ofrecerlos. Éste es el camino a seguir para competir en televisión de pago, a ojos del operador dominante, y no el de andar pidiendo que se abran a terceros los contenidos exclusivos obtenidos libremente, y a golpe de chequera, en el mercado.
El operador dominante recomienda a sus competidores que el año que viene tiren de chequera para hacerse con la Liga de fútbol, que Canal+ ofrecerá en exclusiva hasta esta temporada
Éste es el caso de la Liga española, en manos de Canal+ pero ya sólo para esta temporada. La CNMC no aprobará la compra de Canal+ antes de enero o febrero de 2015, con lo que, según Telefónica, estos contenidos aún no son de su propiedad. Y el año que viene saldrán, de nuevo, a concurso, con lo que si Vodafone y Orange quieren disponer de este valioso contenido, que pujen por él para las siguientes temporadas, señalan desde Telefónica.
Dicho esto, el presidente de Telefónica de España se ha mostrado abierto a negociar con sus competidores la reventa de contenidos en el mercado mayorista. De hecho, la operadora tiene previsto ofrecer compromisos previos a la CNMC que faciliten la aprobación de la compra de Canal+ sin necesidad de que el superregulador tenga que imponer condiciones.
Entre estos compromisos, la apertura a terceros de algunos contenidos premium en manos de las dos plataformas de pago es la vía más factible para que Telefónica haga gestos que faciliten el 'sí' a la operación.
El grupo que preside César Alierta se ha volcado en los últimos tiempos en el negocio de televisión como complemento para sus ofertas convergentes de servicios (fijo, móvil, internet y TV) y la compra de Canal+ va a acelerar sus planes.
De hecho, la compañía lanzará en octubre nuevos servicios, como el rescate de programación no vista o grabada por el cliente, y antes de que termine el año un canal de series de estreno, esencialmente estadounidenses, para conseguir una televisión a la carta.