Resulta difícil imaginar un entorno más favorable para el negocio de las aerolíneas como el que se presentaba en 2016, con el auge del turismo mundial, apoyado en síntomas de recuperación económica global y un entorno de bajos precios del petróleo que contribuye a reducir los costes de las compañías. Pese a todo esto, IAG, el holding que agrupa a Iberia, British Airways, Vueling y Air Lingus, ha visto como su capitalización bursátil se ha reducido a la mitad desde que comenzó el año y se ha recortado en más de 6.000 millones de euros en poco más de tres meses. Un fenómeno que sólo una tormenta perfecta puede explicar.
Las acciones de IAG cerraron este viernes en 4,06 euros en la Bolsa de Madrid, sus mínimos desde agosto de 2014. Los temores en torno a la próxima salida de la Unión Europea por parte del Reino Unido, confirmada tras los resultados del referéndum celebrado a finales del pasado mes de junio, volvieron a hacer mella en los títulos del hoding, tras una jornada de pánico en los mercados de divisas, que asistieron a fuertes caídas de la libra.
En su día, los resultados del referéndum desplomaron la cotización de IAG, que ya por entonces no se encontraba en su punto más elevado. La incertidumbre se extendió por todos los valores de compañías con una fuerte exposición al mercado británico, como Santander y Banco Sabadell, Telefónica y Ferrovial, entre otros.
Al contrario que en todos estos casos, IAG no ha podido remontar el vuelo desde entonces. Cualquier sacudida en los mercados relacionada con el Brexit retumba en la cotización del holding.
Brexit, libra... y petróleo
A todo esto se ha añadido un factor con el que tampoco contaban los inversores, al menos no a corto plazo. El petróleo se recupera a marchas forzadas tras la decisión acordada por la OPEP de reducir la producción de crudo con el fin de poner fin al desplome que acumula el oro negro.
En apenas 10 días, desde que se conoció el acuerdo del cártel, el barril de petróleo Brent ha experimentado una notable subida del 14%, que le ha situado notablemente por encima de los 50 dólares. No es la primera vez que supera esta cota en 2016 pero el pacto de los grandes productores otorga gran fiabilidad y estabilidad a esta tendencia alcista.
De este modo, también se esfuma otro de los principales factores que hacían de este año un ejercicio especialmente propicio para las aerolíneas, de récord según las estimaciones de la Agencia Internacional del Transporte Aéreo (IATA). Unas estimaciones que deberán ser revisadas próximamente.
Sin duda, el principal perjudicado por el desplome bursátil de IAG es Qatar, su primer accionista, que ha ido incrementando progresivamente su participación en el grupo desde comienzos de 2015 hasta redondear un 20% del capital hace escasas semanas.