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Abelló también vendió el 1,5% de BME y abortó una fuerte apuesta por Ebro

Operación salida para Juan Abelló. La colocación en el mercado del 9,6% que poseía en Sacyr no ha sido la única operación de este tipo que el financiero ha llevado a cabo en los últimos tiempos. También se ha deshecho de las acciones que poseía en Bolsas y Mercados Españoles (BME) e incluso ha frustrado la que iba a ser su próxima apuesta: tomar una participación significativa en Ebro Foods. Su lastre, el comportamiento del fondo de capital riesgo de Torreal.

La semana pasada, Juan Abelló sorprendió al mercado al deshacerse de su participación en Sacyr, en la que llevaba desde hace más de once años como socio de referencia. Sin embargo, el movimiento no es sino la culminación de una estrategia que ha llevado al financiero a dar un paso atrás en sus inversiones bursátiles. Antes de que de Sacyr salió de Bolsas y Mercados Españoles (BME), otra de sus apuestas, eso sí, mucho más discreta. Y aún más la que había iniciado en Ebro Foods, que tuvo que abortar de forma precipitada.

El que hasta la semana pasada ocupara sendas vicepresidencias en Sacyr y Repsol (partipada por el grupo de construcción, servicios y concesiones) colocó previamente en el mercado un paquete de acciones de BME, equivalente de forma aproximada al 1,5% del capital del gestor de las diferentes bolsas y mercados que operan en España. Por la operación, Abelló obtuvo unos ingresos en torno a los 25 millones de euros y, muy al contrario de lo que sucedió con la operación de Sacyr, registró plusvalías, cercanas a los seis millones de euros.

La salida de Sacyr fue notablemente menos lustrosa desde el punto de vista financiero, ya que supuso para Abelló unas minusvalías superiores a los 200 millones de euros, debido al desplome sufrido en los últimos años por los títulos de la compañía que preside Manuel Manrique.

Abelló era, aunque de forma discreta, uno de los principales accionistas de BME, especialmente a título individual. De acuerdo con los registros de la CNMV, tan sólo BBVA, Caixabank y el Banco de España cuentan con participaciones superiores al 3% en la sociedad.

Frustrado desembarco

Ebro Foods era su otra gran apuesta bursátil. El financiero entró en la compañía a través de Torreal, uno de los brazos de su holding Nueva Compañía de Inversiones. La empresa alimentaria cuenta entre sus accionistas de referencia con Damm (que posee cerca de un 10%), el grupo controlado por Demetrio Carceller, con quien Abelló compartió durante los últimos años mesa en el consejo de administración de Sacyr e incluso vicepresidencia desde que Luis del Rivero fue cesado como presidente de la constructora en octubre de 2011.

Antes de que esto sucediera, Abelló y Carceller habían unido fuerzas para impedir que Del Rivero se saliera con la suya y tuviera más puestos en el consejo de administración de la empresa, hasta el punto de que impugnaron determinados acuerdos adoptados en la junta de Sacyr de ese mismo año.

Abelló tomó una pequeña participación en Ebro Foods con la intención de incrementarla tiempo después y convertir a la compañía presidida por Antonio Hernández Callejas en la nueva bandera de sus inversiones bursátiles. Sin embargo, los pésimos resultados de la sociedad de capital riesgo dependiente de Torreal y el desplome de los títulos de Sacyr obligaron a Abelló a interrumpir precipitadamente la operación e incluso deshacerse precipitadamente de la pequeña participación que había adquirido en Ebro, que apenas se aproximaba por entonces al 0,5%.

Capital riesgo errático

Las últimas operaciones llevadas a cabo por el capital riesgo de Torreal no han reportado alegrías a Abelló. Pepe Jeans, Hackett, Zed (la antigua Lanetro) son sólo algunos ejemplos, que se han traducido en un deterioro de su cartera y en llevar a la sociedad a cuantiosas pérdidas. 

El equipo capitaneado por sus directores generales, Pedro del Corro y José Díaz-Rato, no ha logrado dar con la tecla en los últimos años y las operaciones han resultado un fiasco. La única con la que han podido salvar  los muebles fue la adquisición de una participación en Imagina, accionista de La Sexta, aunque gracias a su fusión con Antena 3, operación que salvó de males mayores al grupo controlado por Jaume Roures.

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