La Comisión Mixta que organizará la "salida ordenada" de los 277 trabajadores de la Central Nuclear de Santa María de Garoña ha quedado constituida esta mañana para comenzar a trabajar, en principio, la próxima semana y fijar un calendario de reuniones después de que el Gobierno central anunciara el pasado 1 de agosto su cierre.
Así lo ha señalado, el presidente del comité de Empresa, Alberto César González, que confía en que no haya "ningún problema" para alcanzar un "acuerdo" en este sentido, después de que esta mañana se creara este organismo de negociación "paritario" formado por cuatro representantes de la empresa y otros tantos de los trabajadores -uno por cada sindicato con representación en el comité de Empresa-.
La comisión que empezará a trabajar, "en principio", la próxima semana negociará la transición hacia la fase de desmantelamiento de la planta con el objetivo de que evitar el "despido" de "uno solo" de los trabajadores que aún siguen en la central.
Después de que se haya despejado uno de los dos escenarios que se contemplaban desde que la planta burgalesa entrara en parada en 2012, el presidente del comité de Empresa reconoce que "sobrará" parte de la plantilla, si bien se ha agarrado al artículo 47 del tercer convenio colectivo de la central de Garoña que establece el compromiso de una "salida ordenada" de trabajadores en caso de cierre, de ahí que se apunte a la recolocación o prejubilación de los que no sigan trabajando en las instalaciones.
En este punto, González ha recordado que en la negociación que se abrió en 2012 se llegó a plantar que un tercio de los empleados trabajaría en el desmantelamiento y el resto se recolocaría o se jubilaría, situación que variará porque en "estos momentos" hay un centenar de personas menos en plantilla que hace cinco años.
En lo que sí confía es llegar a un "acuerdo" sin "problemas" con la empresa tónica general en este tipo de negociaciones dentro del "sector de las eléctricas".