Victoria de la tecnología. Uber es declarada legal en Londres, según el órgano que regula y concede las licencias de utilización del transporte público en la ciudad del Támesis, Transport for London (TfL). La legalidad de Uber había sido cuestionada por parte del gremio taxista europeo al entender que dicha aplicación era una intromisión ilegítima en su trabajo. En el caso del Reino Unido, la crítica no iba tanto por el hecho de que la aplicación les quitase trabajo, sino porque entendían que la aplicación funcionaba como si se tratara de un taxímetro.
No obstante, TfL ha admitido que el hecho de que un usuario de smartphones transmita información entre vehículo y operadores, no implica una relación entre el vehículo ni los operadores, y en todo caso, son tarifas calculadas de forma remota, no lo convierte en un taxímetro ni mucho menos.
Contrasta con la reacción de los taxistas españoles, que paralizaron el pasado miércoles la ciudad de Barcelona, por una aplicación que solo conocía una minoría hasta que los taxistas comenzaron a criticarla para conseguir su prohibición, ya que es un sector regido por unas restringidas licencias, con un elevado coste, de casi 150.000€ la más barata.