El nuevo estilo impuesto en Unesa por Eduardo Montes, su presidente desde diciembre de 2010, empieza a incomodar a algunos de los asociados de la patronal eléctrica, formada por las mayores empresas del sector: Iberdrola, Endesa, Gas Natural-Fenosa, E.ON y HC Energía (perteneciente a la portuguesa EDP).
Aunque no es un sentimiento mayoritario entre las asociadas a Unesa, desde una de las compañías se asegura que, "de forma muy elegante" y sin recurrir a ninguna comunicación oficial, se ha pedido a Montes que levante el pie del acelerador y rebaje el tono de sus reivindicaciones.
De fondo, subyace la inquietud que genera entre las eléctricas la reforma energética anunciada por el ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, para poner coto al déficit de tarifa (desfase entre ingresos y costes regulados del sistema eléctrico), el gran problema del sector.
El pasado 16 de marzo, Montes protagonizó, probablemente a su pesar, un insólito encontronazo mediático con el secretario de Estado de Energía, Fernando Marti Scharfhausen. El presidente de Unesa reclamó una subida de la luz del 15% para enjugar el déficit y la respuesta de Industria llegó ese mismo día. En una nota, recordó a Montes que "la dirección de la política energética corresponde al Gobierno de la Nación" y advirtió a Unesa de que "se equivoca gravemente si piensa que va a dictar la política energética del Gobierno". Además, Marti dejó claro, como había hecho antes Soria, que "la solución al problema del déficit de tarifa no va a recaer, exclusivamente, sobre las espaldas del consumidor".
Dos semanas después, en vísperas de que Industria anunciara una subida de la luz del 7% y una serie de recortes a la retribución de las empresas, Montes calificó de "auténtico crimen" la rebaja a la actividad de distribución eléctrica que entonces flotaba en el ambiente. Y que llegó, por importe de 688 millones de euros anuales.
En febrero, Montes se erigió en portavoz de Soria al asegurar que "en ningún caso" Industria tenía en mente aplicar una quita al déficit de tarifa, como había sugerido el propio ministro un día antes.
Esas fricciones se suman a los duros ataques que ha lanzado en los últimos meses el presidente de Unesa contra las primas que reciben las energías renovables y, en especial, la termosolar.
"No se trata tanto de los mensajes como del estilo", indica una de las fuentes consultadas.
Desde otra eléctrica, se reconoce que las formas de Montes, un ejecutivo con una brillante trayectoria profesional, "no tienen nada que ver ni con las de su antecesor [Pedro Rivero] ni con el tono de la casa". "Cualquiera que tenga experiencia en este sector sabe que este no es el tono de Unesa", añaden las fuentes, que acusan a Montes, un ejecutivo de larga trayectoria, de "quemarse a lo bonzo en determinadas cosas con un Gobierno que tiene mayoría absoluta".
Tras su hiperactividad mediática de los primeros meses del año, en abril Montes ha estado prácticamente desaparecido, si se exceptúan un par de apariciones públicas y algún artículo en prensa. El pasado día 18, no obstante, dijo que el incremento continuo de las tarifas eléctricas de los últimos años "tendrá que seguir", aunque sea una medida "no simpática". "Puede ser normal que la gente se sienta atacada o dolida" por que suba la luz, reconoció.
La patronal, que niega que Montes haya mostrado "ninguna agresividad, ni hacia el Gobierno, ni en general", dice que "no consta" esa llamada de atención. Unesa todavía no se ha pronunciado sobre la pretensión del Ejecutivo de subir los impuestos especiales (entre ellos, el de electricidad) el próximo año.