Tiene una pantalla de 5,2 pulgadas y una cámara de selfies de 16 megapíxeles. Su batería de 4.000 miliamperios alcanza los dos días de uso en situaciones normales y echamos en falta -mucho- un puerto de carga USB Type-C.
El motivo es que este tipo de conexión permite cargas mucho más rápidas que en el caso de los arcaicas conexiones de tipo microUSB, que poco a poco van desapareciendo del mercado.
El teléfono dispone de lo que Weimei ha venido a llamar Flip Charge, un sistema que permite convertir el ,óvil en un powerbank o batería suplementaria con la que recargar otros teléfonos o dispositivos.
Viene con un procesador, 3GB de memoria RAM y 323GB de memoria de almacenamiento. El terminal se puede adquirir a un precio de 199 euros.
Más detalles, en el vídeo que acompaña esta noticia.