La petrolera argentina YPF, ahora controlada por el Gobierno Kirchner tras la expropiación realizada hace un año a Repsol, ha pintado un triste panorama de su presente y futuro ante la SEC estadounidense.
El supervisor bursátil de EEUU ‘colgó’ en su web el pasado martes 30 de abril el informe económico y financiero de YPF que está plagado de referencias negativas a la situación que vive la empresa y la economía argentina, así como a los temores que se ciernen para el año en curso.
Así arranca el informe enviado a la SEC: “Los riesgos e incertidumbres señalados más abajo no son los únicos que enfrentamos. Riesgos desconocidos por el momento o que creemos no se materializarán, podrían perjudicar nuestros negocios y nuestra capacidad de pago”.
Factores como la inflación rampante, la fortaleza del dólar y la caída de las inversiones y el consumo dejan a YPF en una débil posición financiera
Hasta el punto, continúa el documento, de que la confluencia de varios factores como el fortalecimiento del dólar, la imparable inflación en Argentina y la caída de las inversiones y el consumo “podrían afectar a la viabilidad de las exploraciones”.
Unas exploraciones a las que YPF, en la que Repsol aún controla un 12% tras la expropiación del 51% del capital, no ha podido destinar en 2012 nuevas inversiones, lo que aboca a la compañía y al país a una grave crisis energética y al colapso financiero.
“En el último año no se han realizado inversiones ni en Vaca Muerta (el segundo mayor yacimiento de gas y petróleo no convencional del mundo) ni en los otros importantes yacimientos de las provincias porque no hay dinero y porque nadie se atreve a invertir a futuro en un país que no garantiza la mínima seguridad jurídica”, señala a Vozpópuli un experto energético argentino que prefiere guardar su anonimato.
El litigio con los fondos en EEUU y con Repsol en los tribunales internacionales han pasado factura al grupo
De hecho, la propia YPF avisa al organismo supervisor de Wall Street, donde cotizan sus acciones, de la situación de inestabilidad en la que desarrolla sus operaciones: "La Argentina es una economía de mercado emergente, y las inversiones en mercados emergentes generalmente traen riesgos aparejados".
"Estos riesgos de inestabilidad política, social y económica que podrían afectar al desempeño económico de la Argentina pueden originarse en muchos factores, entre los que se incluyen: altas tasas de interés; cambios abruptos en el tipo de cambio; altos niveles de inflación; controles de cambios; controles de precios y de salarios; regulaciones para importar bienes de capital y otras necesidades relevantes para las operaciones; cambios en las políticas impositivas y económicas; y tensiones políticas y sociales", continúa el texto.
La crisis de producción interna ha obligado a Argentina a destinar 12.000 millones de dólares en 2012 a la compra de productos petrolíferos en los mercados internacionales, cantidad que este año podría dispararse a 15.000 millones por la fortaleza del billete verde, uno de los factores que cita el informe de YPF.
En él también se alerta de que “el litigio [con los fondos de inversión tras la expropiación] podría afectar nuestro financiamiento internacional”.
YPF suspendió la junta el martes pasado ante el estupor de los fondos e inversores
En este contexto, el mismo martes 30 de abril YPF celebró junta de accionistas en Buenos Aires, que tuvo que ser suspendida cuando sólo se habían tratado y votado la mitad de los puntos del orden del día.
El presidente y máximo ejecutivo de YPF, Miguel Galuccio, en representación del Estado, aseguró que al principal accionista no le había dado tiempo a estudiar toda la documentación, lo que provocó el estupor de los representantes de los fondos estadounidenses accionistas del grupo y del consejero que conserva Repsol.
El caso es que la junta se suspendió justo cuando llegaba el debate y aprobación de puntos como la gestión del equipo directivo, la remuneración y honorarios de los miembros de los órganos de poder y el nombramiento de nuevos consejeros.
Se abren nuevas vías de negociación tras las visitas de Fainé y las presiones internas e internacionales sobre Kirchner
Habrá nueva asamblea el próximo 30 de mayo. Mientras tanto y ante la situación de crisis extrema que vive YPF y gracias a los últimos contactos realizados por Isidro Fainé, presidente de La Caixa, accionista de referencia de Repsol, con el Gobierno argentino se abren nuevas puertas de negociación.
Crecen las presiones sobre la presidenta Cristina Fernández de Kirchner para que haga una nueva oferta a Repsol. La compañía que preside Antonio Brufau rechazó taxativamente la propuesta de entrar en el yacimiento de Vaca Muerta (descubierto por YPF cuando era filial de la petrolera española) con una posición minoritaria del 33%, además de abonar 1.500 millones de dólares por la expropiación del capital.
Repsol pide 10.500 millones de dólares por la pérdida de su 51% en YPF. En paralelo avanzan los litigios de la petrolera y Argentina en los tribunales de arbitraje internacionales.