La bomba antibárcenas o la esperanza del PP de cara a las elecciones que se avecinan se encuentra en los datos de empleo que ha ofrecido hoy la Encuesta de Población Activa que elabora el INE. La ocupación ha aumentado por primera vez en un cuarto trimestre desde 2006 y alcanza los 17,56 millones de personas tras incorporar 65.100 efectivos entre octubre y diciembre, el triple de lo que la mayoría de las casas de análisis esperaba.
En el conjunto de 2014, el empleo ha crecido en 433.900 personas y presenta una variación anual del 2,53 por ciento, por encima incluso del ritmo de avance del PIB que podría rondar el 1,4 al cierre del ejercicio. En el pasado, para obtener tales comportamientos del mercado laboral el PIB tendría que haber subido entre un 3,5 y un 5 por ciento. Desestacionalizada y por lo tanto sustraídos los efectos del calendario, la ocupación crece a tasas del 0,99 por ciento trimestral, la ratio más elevada desde el ejercicio 2005 y una señal inequívoca de que la velocidad de creación de empleo se acelera. No obstante, el Ejecutivo de Mariano Rajoy todavía tiene por delante la tarea de recuperar unos 150.000 puestos de trabajo para colocarse en la EPA del primer trimestre de 2012, unos 580.000 para alcanzar los niveles del último trimestre de 2011 y 2,9 millones para tocar los 20,5 millones de ocupados anotados el tercer trimestre de 2007.
Pero no queda ahí la cosa. El empleo temporal va dejando poco a poco paso al indefinido. En el trimestre, los temporales han descendido en 41.000, mientras que los fijos han subido en 110.900 individuos, un cambio de patrón que siempre obedece a una mayor confianza respecto a las perspectivas económicas y, sobre todo, del consumo interno. Y ese reequilibrio se plasma en los datos del total de 2014, en el que los asalariados con contrato indefinido han aumentado en 212.800 personas frente al incremento de 176.900 entre los temporales.
En el conjunto de 2014, los asalariados con contrato indefinido han aumentado en 212.800 personas frente al incremento de 176.900 entre los temporales
No obstante, si bien en el año la mayor parte de la contratación ha sido a tiempo completo, en este trimestre prácticamente todo el empleo generado ha sido a tiempo parcial, muy fomentado por las reformas del Ministerio de Empleo. Entre octubre y diciembre, el empleo a tiempo parcial engorda en 195.900 personas mientras que el tiempo completo disminuye en 130.800 individuos. En cambio, en el global de 2014 la cifra de trabajadores a tiempo completo suma 367.400 por unos 66.500 más del tiempo parcial.
La otra cara de estos datos se halla en el número de subempleados, es decir la gente que quiere trabajar más horas. Este colectivo disminuye en 150.000 en el año y se sitúa en los 2,29 millones, una cantidad exageradamente alta lo compares con el país que lo compares.
Si bien la Agricultura protagoniza buena parte del incremento del empleo en el trimestre aportando 62.800 puestos más por la temporada sobre todo de la aceituna, la industria y la construcción también contratan y añaden 11.700 y 7.800 nuevos efectivos respectivamente. En cambio, los servicios pierden 17.200 ocupados, aunque bastantes menos que en el mismo trimestre de los años precedentes.
Dicho esto, a lo largo de los doce meses los servicios registran 344.200 ocupados más y lideran de largo la creación de empleo. Además, cabe destacar que durante 2014 se haya recuperado la actividad en la industria y la construcción, los cuales ganaron 98.000 y 40.000 nuevos ocupados respectivamente. En el caso de la industria porque se trata de un empleo que precisa de mayor inversión y supone algo más de estabilidad. En cuanto a la construcción, porque apunta un suelo al ajuste de un sector que nunca tirará como antes pero que debería desempeñar un papel en la reactivación de la economía.
Aunque en el trimestre todo el empleo generado ha sido a tiempo parcial, el tiempo completo genera en el conjunto de 2014 unos 367.000 ocupados por los 66.000 del tiempo parcial
Respecto a la reestructuración del sector público, con unas elecciones por delante y después de dos años en los que la plantilla del sector estatal descendió en más de 300.000 efectivos, ésta comienza a repuntar y engrosa 18.100 trabajadores en el conjunto de 2014. Se acabaron los recortes de empleo público, centrados en la no reposición y la no renovación de interinos y eventuales.
La recuperación hace que muchas personas que se habían desanimado y ya no buscaban ocupación vuelvan al mercado de trabajo como demandantes de empleo. Y ello explica que a pesar de aumentar la ocupación el paro repunte en tres centésimas y se sitúe en el 23,7 por ciento. En términos anuales, la tasa de paro retrocede dos puntos sobre el 25,73 por ciento contabilizado a finales de 2013. Pese a registrarse 30.100 desempleados más en el trimestre, la cifra de parados en el año desciende a los 5,45 millones tras caer en los doce meses de 2014 en unas 477.000 personas.
De esos 477.000 parados menos registrados en el año, tan sólo 44.000 efectivos obedecen a la caída de la población activa. Y en cualquier caso el INE explica que la población activa se ha reducido en 2014 fundamentalmente por el envejecimiento de la población, que aumenta la proporción de jubilados respecto a la de trabajadores después de haberse jubilado en el año unos 70.000 ciudadanos. Este fenómeno ha llegado para quedarse y pondrá un peso añadido a las cuentas públicas con independencia de la evolución de la economía.
El mercado laboral por edades
El paro juvenil sigue siendo un problema enquistado. Aunque respecto al año anterior las cifras bajan ligeramente, la tasa de paro en los grupos más jóvenes continúa disparada. El 67,2% de los menores de 19 años se encuentra en situación de desempleo, y lo mismo ocurre con el 48,8 por ciento de los jóvenes entre 20 y 24 años y con el 29,7 por ciento entre los 25 y 29 años. Cierto es que hace un año los porcentajes eran aún más aterradores con un 75 por ciento de tasa de desempleo en el grupo más joven o un 32,3 por ciento de paro en la franja entre 25 y 29 años.
El INE explica que la población activa se ha reducido en 2014 fundamentalmente por el envejecimiento de la población al jubilarse unos 70.000 activos
Sin embargo, esta levísima mejora no parece corresponderse con la creación de empleo, sino más bien con una caída de la población activa en estas edades, fenómeno que como ya hemos apuntado el INE en parte justifica en una caída de la población en esos segmentos de edades debido a la evolución demográfica. La creación de empleo ha pasado de largo para los más jóvenes y se ha centrado sobre todo en los mayores de 35 años. Según los datos de esta EPA, se pierden puestos de trabajo en todas las franjas de edades más jóvenes, con una leve excepción entre los menores de 19. Por el contrario, los puestos de trabajo creados se acumulan sobre todo en el colectivo de los mayores de 50 años, quienes han copado en 2014 más de 250.000 nuevos trabajos.
Bien sea por la presión de las cargas familiares o por la experiencia y preparación que acumulan, los mayores de 55 años están consiguiendo encontrar trabajo. No obstante, al mismo tiempo se contabilizan curiosamente unos 30.000 parados más en esta franja de edad. De modo que en este grupo aumenta a la vez el número de ocupados y de desempleados. En el corto plazo, este fenómeno se explica porque más trabajadores se animan a buscar empleo. Pero en el año también hay que contemplar el fenómeno nada desdeñable de que la población activa crece en este segmento, consecuencia otra vez de una pirámide poblacional que se achata por abajo y se ensancha por arriba.
En anteriores publicaciones de esta estadística se detectó que el número de horas trabajadas descendía. Pero esta vez no ha ocurrido así. El total de las horas efectivas trabajadas en el cuarto trimestre alcanzó las 585 millones de horas frente a las 528 millones de horas del tercer trimestre y las 568 millones del cuarto trimestre del año pasado. La comparación con el tercer trimestre no es del todo homogénea porque se contemplan meses de verano en los que hay vacaciones y por lo tanto menos horas. Por ocupado, el número de horas trabajadas retorna a los niveles del cuarto trimestre de 2008 y sube hasta las 34,9 horas, desde las 31,6 horas del trimestre anterior y las 34,7 del mismo trimestre del año pasado.
La nota amarga viene dada de nuevo por el número de hogares con todos los miembros en paro. Aunque la cifra desciende durante el último año en 23.100 familias, todavía hay 1,76 millones de hogares donde sigue sin entrar el empleo. Y muchos de ellos se encuentran en una situación insostenible. De hecho, 731.000 hogares no reciben ningún ingreso, una cifra algo menor que la registrada hace un año cuando eran 773.000 los que se encontraban en esta situación.