El Banco de España ha publicado hace unos días cómo cerró el pasado mes de mayo el euríbor, el principal índice de referencia para fijar el tipo de interés de los préstamos hipotecarios concedidos por las entidades de crédito españolas. Lo hizo en el 0,287%, lo que supone un incremento de 27,4 puntos básicos en relación con el mes anterior y de 76,8 en relación con el mismo mes del año anterior. El primer día de junio, el euríbor cerró en el 0,417%, interés que dobla el que fijó un mes antes.
Habría que remontarse al verano de 2008 o al año 2006 para encontrar unos aumentos interanuales similares. Pero entonces, antes de la quiebra de Lehman Brothers, el euríbor oscilaba entre el 4,5% y el 5,3%, y entre 2005 y 2006, entre 2,8% y el 3,9%. Ha habido variaciones más importantes cuantitativamente hablando, pero se produjeron durante los primeros meses de vida de este indicador, en 1999, cuando nació el euro. El euríbor debutó en el mercado en enero de 1999, fijando un cambio del 3,062% y cerró el ejercicio con una media del 3,826%, no sin antes caer al 2,683% en mayo.
El euríbor ha pasado casi desapercibido en los diez últimos años, desde que bajara del 1%. Especialmente, en los seis últimos ejercicios, en los que siempre se ha mantenido en tasas negativas. El problema ha salido de nuevo a la superficie cuando el pasado mes de abril volvió a estar en positivo después de 74 meses consecutivos por debajo de cero: desde febrero de 2016 (-0,080%) hasta marzo de 2022 (-0,237%).
Nuevo rumbo del euríbor
El cambio de rumbo no es una anécdota estadística, porque puede encarecer los intereses que se pagan por saldo vivo de los préstamos hipotecarios (la cifra que los ciudadanos tienen que devolver aún a las entidades de crédito) entre 4.200 y los 6.600 millones de euros, en función de como acabe cerrando el año y la velocidad de aumento del euríbor.
En la actualidad, los hogares tienen que devolver a los bancos 512.809 millones de euros con datos del Banco de España cerrados en marzo pasado, los últimos disponibles. De esta cantidad, 511.436 millones, la práctica totalidad, son préstamos con un periodo de amortización superior a los cinco años. La cifra viene disminuyendo año tras años desde la crisis financiera internacional de 2008. En 2011, por ejemplo, se situaba en 650.473 millones de euros y llegó a caer en diciembre de 2020 hasta 504.619 millones. Desde abril del pasado año ha empezado a remontar, como consecuencia de las mejores expectativas en relación con la pandemia del coronavirus.
El euríbor ha pasado casi desapercibido en los diez últimos años, desde que bajara del 1%. Especialmente, en los seis últimos ejercicios, en los que siempre se ha mantenido en tasas negativas
Aunque según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística casi el 73% de las hipotecas que se firmaron en marzo pasado se hicieron a tipo fijo y solo el 27,3% a tipo variable, una mayoría abrumadora de los préstamos vigentes sigue teniendo el euríbor como referencia a la hora de actualizar anualmente las condiciones del crédito. Hasta diciembre de 2020, ya con la pandemia instalada en todo el mundo, más de 50% de las nuevas operaciones hipotecarias se firmaban a tipo de interés variable.
Los préstamos a tipo de interés variable se renuevan cada seis meses o cada año, siendo esta segunda opción la más habitual. Siempre se hace sobre la base del euríbor medio de un determinado mes, al que se añade un diferencial, que varía en función de la vinculación del prestatario con la entidad o de los productos añadidos (seguro del hogar, tarjetas de crédito...) que conlleve la firma del préstamo.
Una mayoría abrumadora de los préstamos vigentes sigue teniendo el euríbor como referencia a la hora de actualizar anualmente las condiciones del crédito
En la actualidad, el tipo de interés medio de las renovaciones se sitúa en el euríbor más un diferencial de entre el 0,9% y el 1,8%. En tiempos de euribor bajo, los diferenciales suelen ser algo mas elevados.
Con los datos del mes de mayo, una hipoteca a tipo de interés variable con renovación anual y con un diferencial de un 1% sobre el euribor se encarecerá en torno a los 600 euros anuales. La hipoteca tipo sobre una vivienda se corresponde con un préstamo de entre 145.000 y 150.000 euros, a un plazo de amortización de 25 años. Es el nivel más alto de los últimos años, con la excepción de febrero de 2020, cuando, sorprendentemente, se sobrepasaron los 175.000 euros, un 42% más que en el mismo mes del año anterior y un 52% más que en enero. Solo fue un espejismo. En marzo, el préstamo tipo volvió a la normalidad: 128.000 euros.
El mayor temor de los hogares reside ahora en la velocidad de aumento que ha tomado el euríbor en los últimos meses. En mayo de 2021 cerró como media en el -0,483%. En mayo pasado ha oscilado entre el +0,213% del primer día del mes y el +0.390% del último día. El 1 de abril estaba aún en terreno negativo (-0,086%).
Con los datos del mes de mayo, una hipoteca a tipo de interés variable con renovación anual y con un diferencial de un 1% sobre el euribor se encarecerá en torno a los 600 euros anuales
Con una hipoteca tipo (150.000 euros, a 25 años, a un tipo de interés del 1,4%, que incluye el euríbor y el diferencial), un ciudadano pagaba anualmente 1.500 euros de intereses y un principal (la cantidad que disminuye el montante del crédito) de 6.100 euros. Se trata de un simple ejercicio teórico, porque durante los primeros años, el prestatario paga muchos más intereses que principal.
Desde el nivel con el que ha cerrado mayo, cada incremento adicional de 20 puntos básicos del euribor encarecería una hipoteca por la que se paga ahora 620 euros mensuales en cerca de 18 euros. Con un aumento de 50 puntos básicos, hasta el entono del 0,8% (lo que no es una predicción descartable dentro de este mismo año, teniendo en cuenta que el euríbor empieza junio por encima del 0,4%), el importe mensual se acercaría a los 680 euros.
En España, un 28% de los propietarios de una vivienda tienen contraída una hipoteca. Es un porcentaje que se sitúa en la mediana de Francia (32%) y Alemania (26%), en una clasificación que encabeza Holanda, con el 60% de dependencia de la financiación bancaria. El pasado año se firmaron en nuestro país 417.500 préstamos hipotecarios.