Ante la caída del consumo interno como consecuencia de la llamada "devaluación competitiva" (bajada brutal de sueldos y salarios, en especial de clases medias y bajas), España se encuentra con un problema de sobreproducción. ¿Dónde colocar la cerámica, el cemento, el abono, los coches, si en España ya no se construye, se cuidan menos los jardines y no se compran vehículos? La respuesta está clara: en otro países. Hasta ahora la Unión Europea, y preferiblemente la Unión Monetaria, eran los destinos preferidos: se elimina el riesgo de cambio y se trabaja en países donde, diferencias lingüísticas aparte, la seguridad jurídica es notable. Un 49,5% de las exportaciones españolas fueron a parar a países de la zona euro en 2012, mientras que al resto de la UE se fue otro 13,3%. En total, más de las dos terceras partes de las exportaciones españolas van al continente europeo.
Pero esto tiene un riesgo: la zona euro se enfrenta a su segunda recesión en cuatro años y el consumo está cayendo especialmente en el sur, pero también en el norte. Desde las autoridades se busca que aumente el número de empresas que venden en el exterior y que se amplíen los mercados. Se mira hacia América, África y Asia, destinatarios del 10,8%, el 6,8% y el 8,5% de las exportaciones. Todas estas zonas han visto aumentar las exportaciones españolas, según el presidente del Club de Exportadores, Balbino Prieto, quien desde su despacho madrileño nos dice que "la exportación a Oceanía ha subido un 37% en 2012, a África un 30%, a EE.UU. un 11,9%, a Iberoamérica un 12,3%, a Asia un 11,5%. A la UE le vendíamos el 70% y ahora estamos en el 62%, por lo que estamos sabiendo compensar". Una táctica utilizada desde hace unos años por Alemania, que ante la depresión en sus mercados tradicionales del euro opta por el este, y especialmente por su casi vecina Rusia, con capacidad de compra creciente.
En Alemania, las exportaciones suponen el 40% del PIB. En España apenas se llega al 21%, aunque son las que más crecen de la zona euro
"No es descartable que España alcance el potencial exportador alemán, aunque no a corto plazo", nos dice Prieto, con larga experiencia en los mercados exteriores. Alemania es el gran modelo a seguir por el Gobierno español, pero estamos hablando de un país donde las exportaciones suponen el 40% del PIB nacional, por un 21% en España, aunque datos del INE avanzados por Vozpópuli hablaban de que entre julio y septiembre de 2012 se había superado ya el 30% del PIB en el valor de las exportaciones. En cualquier caso, para tener un perfil como el germano hacen falta muchas más empresas y, sobre todo, empresas más grandes, para las que vender algo en el exterior no sea algo coyuntural como ahora.
Debilidades: pequeñas empresas
Detrás de los números triunfales de la exportación española se encuentra la realidad: la mitad de las empresas que exportaron en 2012 lo hicieron por un valor menor a los 5.000 euros. Este es el número de compañías que más ha aumentado desde 2007, experimentando una subida del 40% según datos del ICEX. Por otra parte, sólo 50 grandes compañías colocaron un tercio del total de exportaciones españolas. Un buen ejemplo de la desigualdad existente en España, también en este ámbito. Mientras la gran mayoría de compañías que han colocado productos o servicios en el exterior tienen escasa capacidad para mantener la tendencia, las empresas gigantes de infraestructuras están presentes en buena parte de los grandes concursos que se adjudican en todo el mundo. El gran exponente de este éxito, clave en el sector exportador español, es el tren de alta velocidad entre Medina y La Meca, un proyecto que por sí solo supone unas exportaciones de 2.700 millones de euros para España según el presidente de la ingeniería pública Ineco, Manuel Benegas.
"España es el mayor exportador del mundo de aceite y el segundo de vino, pero es también referente en renovables, alta velocidad o desaladoras", dice Antonio Hernández de KPMG
Son todo datos recogidos por la consultora KPMG, cuyo socio responsable de Sectores Regulados, Inversiones Extranjeras e Internacionalización, Antonio Hernández, nos cuenta que "España ha mantenido (sólo un -0,2%) su cuota de exportación mundial de bienes y servicios, registrando en 2012 un superávit comercial con la UE de 12.571 millones, más de tres veces más del experimentado en 2011. Hernández quiere "ver el vaso siempre medio lleno", y confía en una recuperación de la economía basándose en puntos positivos de las empresas españolas, como "los primeros puestos en energías renovables, que somos el primer exportador de aceite del mundo y el segundo de vino". Y continúa: "tres de cada cinco vuelos del planeta usan tecnología española, España es referente mundial en infraestructuras de alta velocidad y siete de las veinte mayores empresas de desalación son de nuestro país".
El turismo también influye
No siendo propiamente una exportación de bienes, las divisas que los extranjeros gastan en España sí computan como exportación de servicios turísticos, una parte capital para lograr ese superávit por cuenta corriente (en diciembre 4.874 millones de euros) al que el Gobierno se aferra para prometer que la recuperación llegará por la vía de la competitividad. En este punto, la balanza no puede ser más positiva para España. Según cuenta Hernández "en 2009 los extranjeros gastaron en España 38.000 millones, en 2010 39.000, en 2011 43.000 y en 2012 43.300 millones de euros. Los ingresos por turismo han ido creciendo mientras que los pagos (gasto de españoles en el exterior) se han mantenido en los 12.000 millones e incluso 11.900 en 2012. Este saldo positivo ya supone entre el 2,5% y el 3% del PIB español".
Y la idea es seguir mejorando. La Comisión Europea ha publicado hace escasos días el estudio 'Attitudes of Europeans Towards Tourism' dentro de sus encuestas regulares calificadas como 'Eurobarómetros'. España se destaca en este estudio referido a 2011 como el líder turístico europeo, siendo "el país más visitado, seguido de Italia y Francia". Los resultados son demoledores: un 11% de los europeos fueron de turismo a nuestro país durante al menos cuatro noches en 2011, pero el porcentaje se amplía para los irlandeses (un tercio de ellos vinieron a España), los noruegos (un 21%), portugueses y británicos (un 20%).
Los españoles somos también, quizá por motivo de la crisis, de los europeos que más preferimos pasar las vacaciones dentro del país. El país donde más lo hacen es Grecia (un 87%), seguida de Italia (un 80%), Bulgaria (79%) y España (un 73%).