En el sector farmacéutico todas las compañías se gastan cada año millones de euros en investigación para encontrar el siguiente ‘blockbuster’, o el número uno en ventas a nivel mundial, que le reporte beneficios millonarios durante años y le diferencie de la competencia. Este año, la compañía farmacéutica Merck -que opera bajo el nombre MSD en España- está a punto de convertirse en la gran afortunada.
No obstante, a día de hoy ese ‘blockbuster’ sigue en manos de los laboratorios norteamericanos AbbVie y se llama Humira. Se trata de un medicamento destinado a tratar varias patologías del sistema inmune, y es el fármaco más vendido del mundo, aportando a su fabricante más de 15.600 millones de euros anuales. Las ventas de Humira suponen el 65% de los ingresos totales de AbbVie, que se ha vuelto extremadamente dependiente de este medicamento.
Sin embargo, parece que el reinado de AbbVie ha llegado a su fin, ya que el nuevo de medicamento oncológico de la farmacéutica estadounidense Merck apunta maneras a convertirse en el nuevo ‘blockbuster’ mundial.
Se trata de Keytruda -o pembrolizumab, según el nombre no comercial del anticuerpo- un fármaco contra el cáncer de pulmón surgido del área conocida como inmunooncología. Este tipo de productos, al contrario que los fármacos tradicionales contra el cáncer, son terapias biotecnológicas que basan su acción en la respuesta del sistema inmune del propio paciente.
Sólo durante los seis primeros meses de 2019, este medicamento ha disparado sus ingresos por ventas un 58%, llegando a proporcionar a su fabricante más 2.600 millones de dólares. Hace apenas dos meses, la consultora EvaluatePharma, una de las más relevantes dentro del sector, ya apuntó que Keytruda se convertiría en la nueva gallina de los huevos de oro del sector farma, con una facturación por encima de los 15.600 euros y un crecimiento anual de un 15%.
Impulsor del beneficio de MSD
A nivel global, el segundo cuatrimestre de MSD ha sido increíblemente positivo para la farmacéutica. Las ventas globales le han reportado un beneficio a mitad de año de 11.800 millones de dólares, lo que supone un aumento de un 12%.
Este beneficio ha sido principalmente impulsado por Keytruda, según admiten desde la propia compañía. Entre que el fármaco está destinado a uno de los tipos de cáncer que más lucrativos resultan para las farmacéuticas, el cáncer de pulmón - debido a su prevalencia y a lo difícil que es para los pacientes encontrar soluciones duraderas- y los buenos resultados que ha obtenido en sus últimos ensayos clínicos, las ventas se han disparado sin precedente.
A pesar de que fue aprobado por las autoridades sanitarias estadounidenses por primera vez para tratar el melanoma, Keytruda tiene como objetivo principal tratar el cáncer de pulmón avanzado, que es su principal mercado.
No obstante, su compuesto es tan exitoso que ha recibido más de una decena de aprobaciones para tratar diferentes patologías en los últimos meses. Como consecuencia, ha terminado por aplastar al que tenía previsto convertirse en su principal competidor, Opdivo, un fármaco oncológico fabricado por la farmacéutica británica Bristol Myers-Squibb.
