En un negocio bajo mínimos, con la curva del crédito aún dibujando a la baja, el fin de la guerra del pasivo, impuesta por el Banco de España en enero de 2013, se está convirtiendo en un balón de oxígeno para las maltrechas cuentas de resultados de la banca en España. La gran banca ahorrará un total de 4.266 millones cuando deprecie todo el saldo de depósitos que vencen a lo largo de este ejercicio, según un extenso informe sobre el sector financiero nacional elaborado por Fidentis.
Los cálculos elaborados por esta firma, según los datos de las propias entidades, certifica que las proyecciones elaboradas en diciembre de 2013, por el propio sector o instituciones como Analistas Financieros Internacionales (AFI) se han quedado cortas. No en vano, el hundimiento de la remuneración del pasivo ha sido mayor del esperado. Así, las estimaciones de la banca y de AFI calculaban un ahorro en el entorno de los 2.500 millones para todo el sector a lo largo de este 2014. La realidad, con depósitos a familias remunerados ya a un tipo sintético (real) del 0,47%, según los datos del Banco de España a octubre pasado, ha elevado la cifra a 4.266 millones.
La rebaja en el coste de los depósitos ha ido aumentando en cada trimestre. De hecho, las entidades pagan de media un 56% menos por sus depósitos que hace un año. El año se inició con una remuneración media del 1,74% para los depósitos a un año, según datos del Banco de España. El pasado octubre, el sector pagaba de media un 0,74%. La gran banca, en la mayoría de los casos, ya comercializa depósitos a 12 meses por debajo del 0,5%.
Las seis mayores entidades han depreciado su stock por debajo del 2% en los últimos doce meses. La horquilla de remuneración se mueve entre el 1,8% que pagan Bankia o Popular, a 30 de septiembre pasado, por su saldo de depósitos más cargos al 1,3% del Santander. Bankinter y Sabadell lo han reducido hasta el 1,7%; Caixabank, al 1,6% y BBVA, a un 1,4%. En cuanto a la nueva producción, todas las entidades ofrecen rentabilidades entre el 0,4-0,5%.
Las entidades pagan de media un 56% menos por sus depósitos que hace un año. Todas ellas ya han logrado renovar su stock de plazos a doce meses por debajo del 2%
Caixabank es la entidad que ha registrado un mayor ahorro hasta septiembre: 859 millones. Le siguen BBVA (700 millones), Bankia (688), Sabadell (667) y Popular (623). Santander, pese a contar con una bolsa de 79.000 millones a 30 de septiembre, ha economizado en 593 millones la remuneración del pasivo de sus clientes. En el caso de Bankinter, el ahorro asciende a 135 millones por el menor tamaño de su saldo: 11.365 millones. A lo largo de este ejercicio, los grandes bancos han logrado renovar a precios más bajos un volumen de depósitos en el entorno de los 320.000 millones.
Las entidades comenzaron a notar los importantes efectos del ahorro en el último trimestre del pasado ejercicio. El sector se ahorró 1.100 millones por la diferencia de tipos entre los depósitos que vencieron al 2,94% y la nueva producción, que se situó en ese entorno del 1,75%. Entre octubre y diciembre vencen 88.000 millones en depósitos minoristas a 12 meses, el mayor volumen de todo este 2013.
La menor remuneración del pasivo está sujetando la caída en el margen de intereses de los bancos, que aún presenta tasas negativas con respecto a 2012. Sin embargo, la nueva producción de los depósitos, a precios más bajos, será la base fundamental de recuperación de las cuentas de los bancos en próximos trimestres.
La política del pasivo no sólo ha consistido en un abaratamiento de los precios. También se han alargado los plazos de los nuevos depósitos más allá del tradicional período de 12 meses. El cambio en la estructura de plazos del pasivo captado de los hogares ha cambiado radicalmente. En el último trimestre de 2012, el 78% de los depósitos eran a 12 meses, el 17% hasta dos años y el 5%, por encima de los 24 meses. Durante 2013 y los nueve primeros meses de 2014, el mix de plazos se ha nivelado: 37% a 12 meses, el 40% entre 1 y 2 años, mientras que el 23% restante se contrata por encima de los dos años.
La normativa del Banco de España hubiera tenido menos efecto de no haber estado acompañada de una mejora en la financiación de los mercados por parte de las entidades españolas fruto de la caída de la prima de riesgo española. Esta situación ha provocado que la mayor parte de las entidades sigan reduciendo de forma significativa el volumen de liquidez captado en los LTRO del Banco Central Europeo.