Política

El PP teme que Vox muerda el 'cebo' de Sánchez con el aniversario de Franco: "Se retroalimentan"

El entorno de Abascal dice que pasarán de la "cortina de humo" del Gobierno con los fastos del dictador: "Sólo hablaremos de la corrupción de Sánchez".

Hace semanas, Miguel Tellado, portavoz del PP en el Congreso de los Diputados, cuestionó el por qué de la fecha elegida por Pedro Sánchez para iniciar la gira "España, 50 años en libertad", con la que conmemora -desde hoy y hasta noviembre- el cincuentenario de la muerte de Francisco Franco. "No sé qué se celebra el 8 de enero de 2025, supongo que la flebitis que padecía el dictador".

La tesis en el entorno de Alberto Núñez Feijóo es que, en realidad, el Gobierno no persigue más que un objetivo con esta efeméride: resucitar la España de rojos y azules, inocular la división entre izquierda y derecha para que el PSOE pueda resistir el hundimiento que reflejan las encuestas. El fin de todo lo que está por venir en los próximos meses, dicen en Génova, es tratar de poner a la oposición en el espejo del régimen franquista, especialmente a Vox, para recuperar el comodín del "miedo a la ultraderecha" y así frenar la hemorragia electoral que augura toda la demoscopia, salvo el CIS de Tezanos, en el bloque de Sánchez. 

En ese sentido, fuentes de la dirección popular reconocen a Vozpópuli un temor que albergan: que el partido de Santiago Abascal muerda en el cebo del Gobierno. "No depende de nosotros". Es cierto, pero cualquier desbarre en orillas de quienes son sus potenciales socios para gobernar España puede cargar de razones a Sánchez. Y, por ende, beneficiarle... lo que iría en perjuicio del PP y del cambio político. Los más críticos con Vox en las filas populares opinan que, en el fondo, ambas partes "se retroalimentan". Lo explica de la siguiente manera un destacado representante de la formación: "Sánchez busca que alguno de Vox diga que Franco no estuvo tan mal, o que peor Sánchez que Franco, para así poder decir que hay que frenar a la ultraderecha". 

Pero en la cúpula de Vox descartan entrar al trapo. La intención, apuntan fuentes próximas al presidente de la formación, no es otra que eludir una "cortina de humo" que trata desviar la atención. "Sólo hablaremos de la corrupción de Sánchez", remachan. "Siempre hemos defendido la libertad de cada español para interpretar el pasado histórico de nuestra patria. Hemos afirmado con rotundidad y convicción que jamás obligaremos a nadie a condenar a sus abuelos y no participaremos, por tanto, en ningún acto que imponga una visión única y divisiva del pasado y que, peor aún, utilice la tragedia de una guerra entre hermanos, como fue la Guerra Civil, como señuelo para desviar la atención de la corrupción y la traición que representa este Gobierno", añade el partido en un comunicado. 

 

Los populares, aun así, mantienen sus reservas con Vox. En el contexto actual, no son pocos los que piensan que alguno de sus mandos estará tentado a caer en la apología del franquismo para entrar en el cuerpo a cuerpo con Sánchez en "un debate absurdo", que ya quedó "superado". El propio PP de José María Aznar, en 2002, tiempos de mayoría absoluta, condenó en el Congreso de los Diputados el golpe de Estado de 1936 y prometió honrar a todas las víctimas de la contienda. 

Identificar a PP y Vox con Franco

No obstante, la estrategia del PSOE pasa por identificar a toda costa a PP y Vox con el franquismo. No hace falta que lo digan ni en Génova ni en Bambú, lo corroboran los propios socialistas que hace días enviaron una nota a la prensa en la que acusaban a Feijóo de ser "más cercano a la ultraderecha nostálgica que a la inmensa mayoría de demócratas" y -de forma somera- sintetizaban la figura de Manuel Fraga, uno de los padres de la Constitución de 1978 y pieza clave en la Transición democrática, en "un franquista de manual". 

 

Este martes, en rueda de prensa, el portavoz nacional de los populares, Borja Sémper, acusó a Sánchez de "construir a través de trampantojos una idea política que no le pida cuentas a él de lo que hace". Siguiendo la línea oficial marcada previamente por Tellado, negó que a día de hoy se tenga que rememorar algún hito. Porque en 1975 "no había democracia en España" y, por tanto, el propio lema elegido por el Gobierno es "mentira", un "bulo". El "advenimiento de la democracia", recalcó, "no se puede celebrar" en el año de la muerte del dictador. 

Para el PP, si hay algo que merece la pena ensalzar es "el encuentro civil" entre españoles, "la democracia", a lo sumo; aquellos actos que unificaron a la sociedad de antaño y "permitieron dejar atrás una etapa oscura y en blanco y negro", en alusión a la Transición. "Carrillo reconociendo a Fraga, Fraga reconociendo a Suárez, el Rey reconociendo al Partido Comunista; el Partido Comunista reconociendo la bandera nacional, es decir, un cúmulo de circunstancias y de generosidad y de altura de miras que demostró que eran mucho más estadistas que políticos", mencionó Sémper. 

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