Florentino Pérez, como presidente del Real Madrid, anunció en abril el acuerdo de la Superliga. Un momento en el que coincidía con el cierre de la venta de Cobra a Vinci, el despido de Marcelino Fernández Verdes como consejero delegado de ACS y su oferta ‘informal’ de compra de Autostrade per l'Italia (ASPI). Cuatro meses después, la aparición mediática del presidente del club blanco y el gigante de la construcción se ha centrado en asuntos deportivos. Un escenario que ahuyenta a los inversores de ACS y que ha llevado a la compañía a la parte baja del Ibex en este 2021.
“Florentino (Pérez) tiene abierta una reconversión a corto plazo de ACS”, explica un banquero de inversión que sigue a la compañía. “La sensación en el mercado es que ahora está centrado en la Superliga, Tebas, Mbappé y el nuevo Santiago Bernabéu”. añade. Este escenario llega porque el presidente y máximo accionista de ACS no ha logrado un ejecutivo de confianza para ser su mano derecha en la constructora.
El principal candidato era José María Castillo Lacabex, máximo dirigente de la división industrial que vendieron por 4.900 millones a Vinci. Una operación donde el grupo francés ponía como requisito mantener a Castillo Lacabex al frente de la compañía tras el cierre de la operación. Y así fue. La venta de Cobra, que se cerrará a finales de este 2021, ha dejado a Florentino Pérez sin su mejor candidato para sucederle al frente de ACS.
Voces cercanas a Florentino Pérez comentan las dificultades que tiene para elegir sucesores. “No se siente cómodo eligiendo un ejecutivo fuerte y dando un paso al lado”, comentan. Las otras dos personas de su máxima confianza en ACS, José Luis del Valle Pérez y Ángel García Altozano, son de una generación similar a la del presidente y apuran la última etapa en el grupo constructor. Un relevo que crea cierta incertidumbre en el mercado ante el protagonismo futbolístico del también presidente del Real Madrid.
Castigo en Bolsa
El 2021, año que ha sido denominado por los analistas como ‘el año de la recuperación’ tras la crisis del coronavirus, ACS acumula una caída de su valor del 15,7% frente a la revalorización del 10% que acumula el Ibex 35. La constructora se sitúa como el tercer peor valor del selectivo español, tras Siemens Gamesa y Solaria, pese a su revaloración del 6% en este mes de agosto.
Uno de los factores que lastra el valor es el peso y actividad que tienen los inversores bajistas en su accionariado. Estos inversores, que apuestan su dinero a la caída en Bolsa de la constructora, retienen en sus manos el 2,7% de la compañía, según el registro de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
La principal posición corta de la constructora retiene Ako Capital, activo desde 2015 en ACS y con una posición corta actual del 1,4%. Los fondos de cobertura Marshall Wace y AQR, muy activos en la empresa de Florentino Pérez durante este verano, poseen el 1,3% restante.
Buenos resultados para Florentino Pérez
Las cifras del primer semestre presentadas a finales del mes de julio lograron animar al mercado con ACS. Sus ventas, resultado bruto de explotación (Ebitda) y beneficio neto superaron las expectativas de los analistas de Bloomberg. Y los informes de los analistas se mostraron optimistas con la compañía.
“Los resultados presentan un patrón positivo con el comienzo de la recuperación de la actividad”, explican los analistas de Bankinter. “Una de las claves a futuro del valor sigue siendo la potencial inversión de los más de 5.000 millones de euros obtenidos por la venta de su negocio de servicios industriales a Vinci. Al precio actual de mercado, consideramos que hay valor en los negocios de ACS (construcción, concesiones, renovables) y en lo obtenido por la venta de servicios industriales, que aún no se está reflejando en la cotización”, puntualiza.
Por negocios, pese a que la actividad en su conjunto continúa presentando caídas a nivel ventas, Abertis lograba por primera vez niveles de tráfico previos a la pandemia y dejaba de ser el gran lastre de ACS con el coronavirus. Las concesiones de autopistas será un pilar clave sobre el que Florentino Pérez pretende construir el futuro de ACS menos dependiente de la construcción. Una reconversión que tendrá que realizar mientras también transforma al Real Madrid.