ACS tiene muy avanzada la venta de su división industrial, con su filial Cobra como principal enseña, a la francesa Vinci. Un proceso que se anunció al mercado a principios de octubre y que se encuentra cerca de cerrar el proceso de due diligence o auditoría de la operación. La empresa que preside Florentino Pérez sigue queriendo salvar de esta venta algunos activos estratégicos de Cobra que consideran claves para su futuro.
Según detallan a Vozpópuli varias fuentes conocedoras de la operación, Cobra tiene activos que no quiere meter en la operación ACS y que también serían claves para Vinci. Desde la constructora que preside Pérez han preferido no valor tanto esta estrategia como el estado de la operación, pero la mismas fuentes señalan a Latinoamérica como un punto clave de este proceso.
Cobra cuenta con infraestructuras como la Petroquímica Cangrejera (México), que tiene a la empresas estatal Pemex como principal cliente, o, en el mismo país y para mismo cliente, las infraestructuras y el mantenimiento de los campos de gas del Bloque Nejo. Sus activos en Brasil, Perú, República Dominicana y Panamá son otros de los activos más potentes de ACS en la región.
Además, la empresa de Florentino Pérez ha excluido el negocio de energías renovables valorados en 1.600 millones. Un argumento que dejó claro en la presentación de resultados del tercer trimestre. Los directivos del grupo dejaron claro que su negocio de renovables, que se recoge bajo la marca Zero-E, no forma parte de su acuerdo valorado en 5.200 millones de euros con Vinci.
No hay que olvidar que esta división 'verde' ACS cerró recientemente una alianza con la lusa Galp. Un pacto por el que la firma española vendió a la lusa el 75,01% de las plantas fotovoltaicas en España, y de ocho concesiones de la división que seguirán dentro del perímetro del gigante español.
Centrarse en construcción y remontar Abertis
Las mismas fuentes que puntualizan esta defensa de ciertos activos de Cobra insisten en que el objetivo del acuerdo con Vinci es para "centrarse en sus negocios clave: construcción y concesión". En este sentido, el protagonista es Abertis.
La filial que compraron en 2018 ha sido la que más ha sufrido con la pandemia y ahora necesita un nuevo impulso. El objetivo es otorgarle un papel destacado dentro del Grupo ACS y aumentar su actividad concesionarias en Estados Unidos, Europa y Australia.
El objetivo es otorgarle un papel destacado dentro del Grupo ACS y aumentar su actividad concesionarias en Estados Unidos, Europa y Australia
Aunque tendrá complicado compensar la importancia de la rama industrial en el grupo. Esta división generó en el primer semestre de 2020 el 57% del beneficio de ACS, el 22% del resultado bruto de explotación (Ebitda) y su cartera de contratos equivale al 13% del total de todo el grupo que preside Florentino Pérez.
Esto es lo que quiere comprar Vinci. El gigante francés, que vale seis veces más en Bolsa que ACS, busca agrandar su negocio industrial de una cartera muy diversificada. Es rival del grupo de Pérez en la construcción, de Aena en la gestión de aeropuertos y de la propia Abertis, filial de ACS, en la gestión de las concesiones de autopistas en el mundo.