El desarrollo de la red de alta velocidad en España arrojará una notabilísima lluvia de millones de euros en forma de licitaciones en los próximos meses. Los planes del Ministerio de Fomento contemplan que de aquí a que concluya el presente ejercicio se pondrán en marcha concursos públicos para adjudicar obras y trabajos relacionados con el AVE por valor de algo más de 4.500 millones de euros, impuestos incluidos. El objetivo pasa por adjudicarlos a lo largo de 2019 y que para el final de la legislatura el Gobierno pueda sacar pecho con la llegada del servicio a múltiples nuevos destinos, con el correspondiente posible beneficio con vistas a las próximas elecciones generales.
De hecho, el Ministerio de Fomento trabaja actualmente en la elaboración de los pliegos de algo más de un centenar de contratos relacionados con los corredores que actualmente están en construcción. La licitación de la mayor parte de ellos llegará en la segunda mitad del año. El Corredor Mediterráneo y la llegada del AVE a Murcia serán los dos que acapararán un mayor volumen de licitaciones, algo más de 1.760 millones entre ambos.
Hace unos días, Íñigo de la Serna, ministro de Fomento, adelantó durante su participación en su desayuno informativo organizado por Europa Press que el Gobierno pondría en marcha licitaciones por valor de 1.800 millones de euros en el primer semestre del año, aunque la mayoría de esta partida se correspondería con la línea entre Almería y Murcia.
Y Vasca y Extremadura
Tras el verano, la locura licitadora de Fomento tendrá otros polos de atracción como los mencionados anteriores, además del AVE a Extremadura (para el que se licitarán contratos valorados en cerca de 600 millones de euros) y la denominada Y Vasca (algo más de 250 millones de euros).
En el caso del AVE a Extremadura, los contratos que Fomento licitará en los próximos meses incluyen varios relacionados con la construcción de la plataforma en diversos tramos, entre los que se encuentran Casatejada-Toril, Toril-Río Tiétar, Río Tiétar-Malpartida de Plasencia y Malpartida de Plasencia-Plasencia. También se pondrán en juego los contratos de diversos trabajos para el acceso a Mérida, que incluyen el tramo San Rafael-Cuarto de la Jara.
En lo referente a la Y Vasca, el centenar de contratos que prepara Fomento incluyen los de la plataforma de los tramos Atxondo-Abadiño y Elorrio-Elorrio, además de los trabajos concernientes a las nuevas salidas de emergencia en el tramo Vitoria-Bilbao.
Otros 500 millones para Pajares
Uno de los puntos en los que se concentrará el esfuerzo licitador del Ministerio de Fomento será en la llegada del AVE a Asturias, en el que los diferentes gobiernos han encontrado obstáculos insalvables en la denominada Variante de Pajares, aun sin resolver después de 13 años y cerca de 2.800 millones de inversión.
La masiva licitación en torno a la alta velocidad para la segunda mitad del año prevé cerca de 500 millones adicionales para el tramo León-Variante de Pajares, repartidos en algo más de media docena de contratos destinados a la construcción y renovación del tramo que más quebraderos de cabeza ha ocasionado de toda la red.
Mientras, el AVE a Galicia, cuya finalización está comprometida para 2019 tras el último acuerdo alcanzado por el Gobierno central con la Xunta, también tendrá protagonismo en este oleada licitadora, con un volumen de unos 215 millones de euros, que se centrarán en la llegada de la línea a Orense, incluida su nueva estación.
Plan Navarra y Chamartín
Algo más de 100 millones de euros irán a parar al llamado Corredor Cantábrico-Mediterráneo de alta velocidad. Los trabajos se centrarán en el denominado Plan Navarra 2012, con el tramo Castejón- Comarca de Pamplona, con la llegada a localidades como Olite y Tafalla.
En la hoja de ruta de Fomento también aparece el anunciado plan para la adaptación de la estación de Chamartín a la alta velocidad, valorado en algo más de 200 millones de euros, de los que se licitarán algo más de la mitad en este periodo.
El movimiento en torno a la alta velocidad será también un acicate para las empresas constructoras, que arrastran una situación complicada en el mercado doméstico durante una década en la que la licitación pública no ha dejado de caer y no ha mostrado atisbos de una mínima recuperación. Junto a los 2.000 millones del Plan de Carreteras que ya ha comenzado a poner en marcha los primeros contratos, el desarrollo del AVE podría servir para que Fomento volviera a congraciarse con unos grandes grupos de infraestructuras que ya tienen la mayor parte de sus carteras en el exterior.