El Ministerio de Fomento prevé volver a licitar, con nuevas condiciones un poco más atractivas, el concurso para adjudicar la elaboración de las "due diligence" (auditorías) operativas y legales de las nueve autopistas de peaje en quiebra, al no haberse presentado ninguna empresa interesada en adjudicarse el contrato, como informó Vozpópuli.
El concurso fue convocado por la Sociedad Estatal de Infraestructuras de Transporte Terrestre (Seittsa), dependiente del Ministerio de Fomento, que había sido autorizada en julio pasado por el Consejo de Ministros para gestionar las autopistas de peaje quebradas hasta su nueva adjudicación.
El Ministerio de Fomento, Íñigo de la Serna, ha señalado hoy a los periodistas, tras la presentación del Plan de Internacionalización del Transporte y las Infraestructuras 2018-2020, que, después de que se quedara desierto el concurso, "habrá que volver a licitarlo".
No obstante, De la Serna ha puntualizado que tendrá que consultar "si hay que alterar las condiciones del pliego para que pueda ser un poco más atractivo al sector".
"No era atractivo"
En su opinión, está claro que, si se ha quedado desierto, "es que no era lo suficientemente atractivo como para que hubiera licitantes".
Por el contrario de lo que ha pasado con el concurso para elaborar las auditorías, sí se han recibido ofertas en los otros dos contratos de servicios licitados por Seittsa para la preparación de estudios previos necesarios para la relicitación de las autopistas en quiebra, por los que se han interesado diez empresas.
Estos dos contratos incluyen la elaboración de un estudio de demanda, de diferentes esquemas tarifarios y de un estudio de viabilidad económico-financiera de las autopistas.
Las autopistas en quiebra, que se volverán a licitar, son las radiales madrileñas R-2, R-3, R-4 y R-5, la M-12 (Eje Aeropuerto), la AP-36 (Ocaña-La Roda), la AP-41 (Madrid-Toledo) y la AP-7 (tramos Cartagena-Vera y Circunvalación de Alicante).