Economía

Hasta Finlandia le hace un roto al FGD por el rescate bancario: el fondo pierde 84 M. por el apoyo de los fineses

El país nórdico apoyó en 2012 el préstamo de Bruselas de hasta 100.000 millones a cambio de que España le garantizase el dinero aportado por los contribuyentes fineses en títulos de deuda pública de los países europeos con mayor rating. El deterioro de esta inversión financiera castiga ahora el balance del Fondo de Garantía de Depósitos.

  • El gobernador del Banco de España, Luis María Linde.

Pese a las diferentes ensaladas de cifras publicadas, en las últimas semanas, por el Tribunal de Cuentas, la Asociación Española de Banca (AEB), el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) y el propio Banco de España sobre el coste del rescate bancario, sus balances aún mantienen recovecos de letra pequeña que no hacen más que aumentar la factura del SOS financiero a Europa. Así sucede con las garantías que España tuvo que ofrecer a Finlandia para que apoyase la asistencia de Bruselas por 41.000 millones. Esta protección ha generado unas pérdidas de 80 M. en las cuentas del FGD de 2013, según recoge su informe anual. Otro pequeño roto que ayudó a que el fondo que sirve para cubrir los depósitos de hasta 100.000 euros de los clientes acabase 2013 con un patrimonio negativo de 1.637 millones.

A cierre del pasado ejercicio, el Fondo de Garantía de Depósitos mantiene una garantía de 297,5 millones con Finlandia, equivalente a la participación (1,7974%) de este país nórdico en el Mecanismo Europeo de Estabilización, el instrumento que desembolsó la asistencia financiera para rescatar a las cajas. En el acuerdo que suscribió España con Finlandia, nuestro país se comprometió a invertir el importe de esas garantías en valores de deuda pública de estados miembros de la zona euro con la mayor calificación crediticia.

Así, el FGD, la institución que cubre esas garantías, tiene invertidos 108,6 millones en deuda finesa al 3,12% anual (vencimiento en septiembre de 2014); 92,5 millones en bonos holandeses al 2,75% anual (vencimiento en enero de 2015); 87,5 millones en deuda francesa al 2,5% anual (vencimiento en enero de 2015) y, finalmente, 3,2 millones en bonos finlandeses al 4,25%, con vencimiento en julio de 2015. El valor de mercado de estas inversiones financieras, como reconoce el informe anual del FGD, es inferior al coste contable en 84,3 millones, por lo que el fondo ha tenido que impactar este ajuste en su patrimonio. La rebaja de la triple A a Francia, por parte de la agencia Fitch, en julio de 2013, es una de las principales causas de este deterioro financiero. El FGD estima que el otorgamiento de esta garantía "no supondrá quebrante alguno por lo que no se ha constituido cobertura alguna sobre la misma".

En enero de 2013, el FGD, con cargo a las garantías asumidas con Finlandia, invirtió 283,7 millones en estos valores de deuda pública de la propia Finlandia, Holanda y Francia. Un mes después, el desembolso de la segunda aportación del préstamo de Bruselas, elevó la participación en la misma clase de valores en otros 14 millones más. El país nórdico renunció a los intereses del 1,5% del préstamo de 41.000 millones del programa de asistencia financiera a cambio de tener cubierta y disponible su aportación al rescate bancario español.

El FGD no tiene constituida ninguna provisión por estas garantías porque considera que no supondrán quebrante alguno para su situación patrimonial

El apoyo a España generó un un agrio debate en el Parlamento finés, donde finalmente los diputados del país nórdico dieron, el pasado 20 de julio de 2012, su visto bueno al paquete de ayudas con 109 votos a favor, 73 en contra y 17 abstenciones. Finlandia hubiera tenido que aportar hasta 3.600 millones de euros, si España hubiese consumido el préstamo de 100.000 millones en su totalidad. En ese caso, el FDG tendría que haber dispuesto unas garantías por 770 millones de euros.

La opinión pública finlandesa digería mal, en aquel momento, que el Gobierno tuviera que ayudar a la banca española. Aunque el electorado del país nórdico lleva apoyando sistemáticamente los partidos proeuropeos en las últimas elecciones, no aceptaron el rescate a España con facilidad. Los finlandeses todavía recuerdan la crisis de los 90, cuanto el sistema bancario local tuvo que ser rescatado por el erario público con una línea de crédito. Las entidades jamás han devuelto el dinero, unos 10.000 millones de euros.

Helsinki fue la única capital que solició avales como condición para participar en el rescate bancario español, aprobado por unanimidad de los países de la eurozona.

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