El Gobierno seguirá tirando del Fondo de Reserva de las pensiones durante el 2014. Pese a que las prestaciones de jubilación sólo se van a revalorizar un 0,25 por ciento, el déficit previsto del sistema alcanzará el año que viene los 12.000 millones de euros. Y el secretario de Estado de la Seguridad Social, Tomás Burgos, ya ha adelantado que en el 2014 sacarán otros 11.000 millones de euros de la llamada "hucha" de las pensiones, creada en los Gobiernos de José María Aznar.
Antes de finales de este año, el Ejecutivo también retirará otros 6.148 millones, tal y como anunció este martes la ministra de Empleo, Fátima Báñez. A fecha de 1 de octubre, el Fondo de Reserva dispone de 58.665 millones de euros. Pero a esa cantidad habrá que restarle los 6.000 millones anunciados por la titular de Empleo y los 11.000 millones indicados por el secretario de Estado. De modo que quedarán aproximadamente unos 41.000 millones. Aunque muy probablemente esta cifra engorde un poco debido a los ingresos que le reportan al Fondo de Reserva las inversiones en deuda pública española.
Así las cosas, al término de 2014 el Fondo de Reserva de la Seguridad Social se habrá vaciado en unos 30.000 millones de euros con el fin de abonar prestaciones. En 2012 se emplearon unos 7.000 millones; en 2013 se dispondrán en total de unos 11.000 millones; y para 2014 se tomarán otros 11.000 millones.
Burgos explicó que la partida de gasto en pensiones contributivas no baja y alcanza los 112.102 millones, un 5,5 por ciento más que el año pasado. En cambio, los ingresos por cotizaciones descienden un 2,9 por ciento y se sitúan en los 102.839 millones, una cifra insuficiente para cubrir por sí sola todo el coste de las prestaciones.
El secretario de Estado también señaló que la revalorización del 0,25 supondrá un desembolso adicional de unos 275 millones de euros. Además, la pensión media crecerá un 2 por ciento, debido a que cada vez se jubilan más perceptores con historiales de cotizaciones más altas.
Para extraer los fondos de la hucha de las pensiones invertidos en deuda pública patria, el Ejecutivo irá deshaciendo posiciones escalonadamente según vayan venciendo los títulos, de forma que no se altere la cotización de los bonos españoles.