El temor de los inversores a los vaivenes del mercado ha relanzado una categoría que había ido cediendo su poder de atracción frente a los fondos mixtos. Se trata de los fondos con objetivo de rentabilidad o rentabilidad objetivo, similares a los fondos garantizados excepto en un detalle trascendental para los partícipes: al contrario que éstos, no garantizan el capital invertido en la fecha de vencimiento.
Con los tipos de interés en cero, son pocas las gestoras que se atreven a comercializar en la actualidad los fondos garantizados, ya que la estructura de un producto de esta clase tiene un coste que no pueden rentabilizar adecuadamente. En cambio, el rendimiento de los fondos de rentabilidad objetivo depende de la evolución de ciertos activos o variables, lo que unido a la falta de compromiso de devolver al completo el patrimonio invertido si no se cumplen ciertas condiciones se convierte en una opción interesante para las firmas.
Caixabank Asset Management ha sabido sacar provecho de este entorno. Solo durante el mes de julio, el último del que se tienen datos disponibles hasta la fecha según Imantia Capital, ha conseguido captar 1.669 millones de euros con Caixabank Rentas Euribor, lo que le ha permitido un crecimiento del 27% en esta categoría.
Este fondo tiene un objetivo de rentabilidad a 31 de octubre de 2024 del 100% de la inversión a 7 de septiembre de 2016, tras efectuar ocho reembolsos obligatorios de importe variable ligado al Euribor a tres meses, según la ficha de VDOS.
A lo largo del año, la gestora catalana ha conseguido un aumento de casi el 46% en la categoría de los fondos con objetivo de rentabilidad, logrando 2.320 millones de euros. Es la clase de fondos en la que Caixabank AM ha obtenido un mayor crecimiento durante el primer semestre, y de las diez grandes gestoras es la que ha obtenido un aumento más considerable en los fondos de rentabilidad objetivo.