Olvidarse del riesgo y volver a las categorías que consideran más seguras. Esta ha sido la apuesta de los inversores durante la primera parte del año y con toda probabilidad marcará la estrategia del último cuatrimestre.
Desde hace doce meses los inversores han vivido en una continua montaña rusa bursátil. Primero con la crisis de la bolsa china del verano pasado, después con la primera subida de tipos en Estados Unidos, el mal comienzo de año que sufrieron los mercados y el susto que provocó la victoria del Brexit en el referéndum de Reino Unido.
Demasiadas emociones para unos inversores que habían confiado su dinero a los fondos mixtos buscando algún rendimiento para sus ahorros, tras una etapa en la que la remuneración de los depósitos ya no ofrecía ningún aliciente.
Pese a que los inversores en fondos deben asumir un horizonte temporal a largo plazo, entre tres y cinco año como mínimo, observar cómo la rentabilidad de los productos donde colocan su patrimonio oscila de manera tan brusca por motivos muy dispares ha podido más que la apuesta por el riesgo.
De esta forma, los fondos más conservadores, como los fondos de renta fija a corto plazo, los de rentabilidad objetivo y los monetarios han acaparado las entradas de dinero durante el primer semestre, con un crecimiento del 12%, del 12,7% y del 9,8% respectivamente, según los últimos datos de Imantia Capital correspondientes al mes de julio.
Este incremento porcentual ha permitido que el patrimonio de estas categorías de fondos haya crecido en 3.940 millones de euros en el caso de los fondos de deuda, en 820 millones de euros en la clase de fondos con un objetivo de rentabilidad y en 2.050 millones en los monetarios.
Las entidades bancarias, los grandes distribuidores de fondos en el mercado español, han fomentado esta estrategia para retener a los inversores menos acostumbrados al comportamiento de los fondos. De hecho, el fondo más comercializado hasta julio ha sido Caixabank Rentas Euribor, que ha logrado un crecimiento de casi 1.700 millones de euros, hasta alcanzar un volumen patrimonial de casi 2.000 millones de euros.
