Fondos

Segurfondo se anota minusvalías de hasta el 25% en una nueva enajenación de sus activos

El fondo inmobiliario de Inverseguros se encuentra en fase de liquidación y sus inmuebles deben de afrontar pérdidas respecto a su valor de tasación.

No es la primera vez que les ocurre y probablemente no será la última. La decisión de Inverseguros de liquidar su fondo inmobiliario Segurfondo está provocando una acumulación de minusvalías en sus activos bajo gestión, en parte debido a los descuentos en los precios de los inmuebles que se han producido durante los últimos años, en parte debido a la nueva interpretación de las normas contables sobre sociedades en fase de liquidación que deben de realizar estas firmas a la hora de enajenar sus activos.

Según un hecho relevante comunicado al regulador, Segurfondo ha debido de anotar minusvalías superiores al 10% sobre el valor de tasación en 45 de sus activos, porcentaje que en algunos inmuebles ha llegado a ser incluso superior al 25% y en muchos de ellos ha superado el 20%.

El momento de mercado no acompaña a Segurfondo, enfrentado a un escenario del sector inmobiliario de precios rebajados, que salen a la luz cuando se aplican nuevas tasaciones según la nueva interpretación contable que deben realizar. Según el último dato de patrimonio de Segurfondo facilitado a la CNMV (a finales de diciembre del año pasado), de 267 millones de euros, la minusvalía sobre el valor liquidativo alcanzaba el 29% respecto al anterior.

Es el problema de los fondos inmobiliarios, sobre todo cuando se encuentran en fase de liquidación y no tienen más remedio que anotarse estas pérdidas del valor de tasación de sus activos. Otros fondos han optado por otra vía, como la segregación de parte de su patrimonio para dar una salida a los últimos partícipes que aún mantenían, aunque en muchos fondos inmobiliarios ya casi todos eran institucionales.

De esta forma, la entidad financiera correspondiente se queda como único inversor, y pueden prolongar más fácilmente en el tiempo la gestión del fondo sin incurrir en pérdidas y a la espera de un momento conveniente de venta de sus activos. En el sector no se descarta que incluso alguna firma termine por convertir algún fondo en una socimi, la versión española de los reits o sociedades inmobiliarias extranjeras, aprovechando la buena acogida que han tenido entre inversores tan prestigiosos como Pimco, Bestinver, Templeton o George Soros.

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