Las Letras del Tesoro, principales activos monetarios a corto plazo, ofrecen rentabilidades mínimas, como consecuencia inevitable de la bajada de tipos de interés, que tiene el precio del dinero en el 0,25%. En la última subasta, el papel a 6 meses se adjudicó al 0,51%, pero muchos fondos monetarios aplican comisiones del 1%. Es decir, cobran el doble de lo que son capaces de ofrecer. El resultado sólo puede ser uno: pérdidas.
Conforme datos de Inverco de enero de 2014, hay 8.350 millones de euros colocados en fondos de dinero españoles, con casi 238.000 partícipes (clientes). Estos instrumentos pueden invertir en activos monetarios muy líquidos y con un plazo máximo de 6 meses. Así, sólo tienen potencial de ofrecer retornos los que aplican comisiones más bajas.
“No hay otra, esto es así”, indican desde una gestora. “Las entidades lo están intentando paliar traspasando al cliente a fondos de Renta Fija, en los que se pueden incluir más activos, pero no hay en general una bajada de comisiones. Por tanto, veremos fondos monetarios con rentabilidades negativas generalizadas en breve”.
En el pasado, se decía que un fondo de dinero era “aquel que siempre ofrece diferencias positiva de su valor liquidativo”, es decir, subían siempre. Esto ya no es así: según Inverco, productos como Bankinter Fondo Monetario (con un 0,51% de comisión, según su folleto en la CNMV), o Foncaixa Monetario Liquidez (0,7%) ya están en números rojos a un año.
Comprobando (siempre según datos de Inverco) los fondos de esta naturaleza con más patrimonio, aparece Santander Tesorero, con un 1% de comisión, 42.000 clientes, y 650 millones de euros de patrimonio. También, Foncaixa Monetario Rendimiento, con 36.500 titulares, 700 millones de euros y un 1%. Completa el trío de fondos de dinero con más partícipes BBVA Dinero Fondtesoro, con 14.700 clientes y 356 millones, y un 0,75% de gastos. La Letra a 6 meses da el 0,51%, conviene volver a recordar.
Los grandes grupos bancarios han tenido históricamente sus fondos de dinero al 1% y, apalancados sobre sus potentes redes de distribución, han sido también los que más dinero y clientes tenían en ellos. Ahora, la rentabilidad de las Letras deja heridos ¿de muerte? a estos productos de inversión. Habrá que ver si sus inversores toleran pérdidas o si las entidades los transforman para ampliar sus posibilidades de inversión, a cambio de más volatilidad, por supuesto.