El regreso de los inversores a la gestión patrimonial se ha traducido en la recuperación de un viejo amigo de las entidades financieras y las bancas privadas: las sociedades de inversión de capital variable, más conocidas por sus siglas, sicav. Después de unos años de turbulencias, que los inversores prefirieron vivir a la espera de que los mercados se calmaran, y mientras aparecen las ansiadas oportunidades de inversión, muchas personas con un patrimonio elevado han vuelto a decantarse por un vehículo que tiene en su contra la leyenda de que no paga impuestos (cuando no es así y tributa igual que el resto de instituciones de inversión colectiva).
Este regreso se traduce en un incremento del patrimonio global que gestionan las 3.082 sicav registradas, que se sitúa ya en 28.781 millones de euros, con datos del primer trimestre de VDOS. Durante este período han captado 1.206 millones de euros netos, un 4,37% más respecto a finales de 2013. Y el número de accionistas también sigue creciendo: 8.445 inversores más, hasta alcanzar 421.606 inversores en total al cierre de marzo.
La pugna por constituir nuevas sociedades o arrebatar la gestión a las de la competencia está siendo brutal, puesto que para las entidades representa un volumen de ingresos muy atractivo, no solo por las comisiones fijas, sino por las operaciones de transacciones bursátiles que se realizan, normalmente con los de las propias entidades.
Santander Private Banking y Julius Baer han sido las firmas con mayores captaciones patrimoniale netas durante los primeros meses del año, con 61 y 40 millones de euros respectivamente, unos datos que afianzan la posición de liderazgo en este segmento de la banca privada del Santander, que mantiene una cuota de mercado del 14,7%. De hecho, con 485 sociedades, es la entidad con mayor número de sicav bajo control.
