John Malone, socio de Telefónica en la teleco británica Virgin Media a través de Liberty Global, es el principal interesado en el nuevo Mundial de Fórmula 1. Su compañía en Estados Unidos, Liberty Media, ha tenido que soportar un agujero de unos 400 millones de dólares para mantener el Gran Circo a flote durante la pandemia.
Ahora, sus expectativas están puestas en el que se presenta como el Mundial más potente de la historia de la mano del italiano Stefano Domenicali, exdirector de la escudería Ferrari, como jefe ejecutivo.
La temporada de 2022 se estrena este fin de semana con dos grandes credenciales: un nuevo reglamento técnico-financiero que busca profundizar la competitividad entre escuderías -ya se introdujeron cambios en esta línea en 2021-, y un récord de 23 Grandes Premios -siempre que se logre sustituir el GP de Rusia- por los 21 del año pasado.
En la última temporada, todavía en parte impactada por la pandemia, la compañía controlada por Malone cosechó ingresos por 1.900 millones de euros, la mayor cifra de la historia de la Fórmula 1. El Mundial se decidió en la última vuelta tras el ‘sorpasso’ del joven Verstappen y su Red Bull al hasta ahora hegemónico Mercedes del heptacampeón Lewis Hamilton.
La Fórmula 1 está a cargo de Domenicali desde enero de 2021, cuando sustituyó al americano Chasey Carey
Los beneficios para Formula One Group -la empresa a través de la que Liberty canaliza la gestión- acabaron siendo solo de 36 millones en 2021, pero ya superiores a los 31 millones de pérdidas de 2019. En términos de facturación, Malone tiene ahora un producto un 25% más potente que el que compró al fondo británico de capital riesgo CVC en enero de 2017 por unos 7.500 millones de euros (3.600 millones, como deuda a asumir). Formula One Group, a cargo de Domenicali desde enero de 2021, se recuperó de la pandemia y pasó de representar el 10% de los ingresos de Liberty Media en 2020 al 20% el último año.
El nuevo calendario del Mundial, con 23 carreras, hace suponer que en 2022 se rebasará previsiblemente la barrera de los 2.000 millones de euros de facturación. En cualquier caso, los norteamericanos tienen los derechos sobre la competición hasta el año 2110. La caja actual de Formula One Group es de unos 2.000 millones y su deuda total -incluida a largo plazo- ronda los 3.250 millones. La compañía cifra su fondo de comercio -esto es, el valor intangible de la empresa- en unos 3.500 millones.
El plus de la Fórmula 1 en España
En España, la propia Telefónica se ha hecho con los derechos televisivos de la Fórmula 1 hasta 2023, repartiéndoselos con Dazn. La actual campaña tiene el plus de contar con dos pilotos españoles con opciones de competir en carrera, el veterano bicampeón Fernando Alonso -que llegó a posicionarse tercero en la pretemporada- y el más prometedor Carlos Sainz Jr. -a bordo de un Ferrari que se presume más competitivo que en 2021-.
El propio Banco Santander firmó en diciembre un acuerdo de patrocinio con Ferrari -la escudería más popular y con más voto ahora en la F1- hasta 2024 por unos 60 millones de euros que allanarían la renovación de su piloto español.
La primera mitad del Mundial 2021, con el regreso de Alonso, obtuvo picos de audiencia en España hasta cuatro veces superiores a los de una carrera del mismo campeonato de 2020
“Conductores de alto perfil del Reino Unido (Hamilton), Países Bajos (Verstappen), Alemania (Vettel) y España (Alonso) han ayudado a crecer y sostener el negocio de Fórmula 1 en esos países”, ha esgrimido la propia Liberty en su último informe de resultados financieros sobre la competición.
La primera mitad del Mundial 2021, con el regreso de Alonso, obtuvo picos de audiencia en España hasta cuatro veces superiores a los de una carrera del mismo campeonato de 2020, según datos recogidos por la consultora Barlovento a partir de Kantar Media. El último año, las carreras llegaron a suscitar un interés similar en nuestro país al de un partido del Real Madrid en La Liga.