Economía

FG, el banquero poco simpático que resistió embates políticos y chantajes

Francisco González deja la presidencia de BBVA tras haber internacionalizado el banco español y haber inyectado la cultura digital entre sus más de 130.000 empleados. La presidencia de González se ha caracterizado por la resistencia a presiones políticas y chantajes de todos los colores

  • Francisco González, presidente de BBVA.

Quizá no sea el tipo más simpático del mundo, pero estar al frente de uno de los mayores bancos del planeta, BBVA, le debe poner a uno gesto circunspecto. "Hombre, yo no soy un hombre simpático, no", admitió Francisco González en una de las pocas entrevistas publicadas con el presidente del banco español. "Antipático tampoco. Creo que soy una persona normal", precisó. 

Francisco González (Chantada, Lugo, 1944) deja la presidencia del segundo mayor banco español tras cerca de dos décadas en el puesto, un periodo en el que ha resistido embestidas políticas de todos los colores y en el que ha impulsado la internacionalización del grupo y su digitalización.

Pocos pensaban que realmente González fuera capaz de desprenderse del sillón de mando de la entidad financiera, al que tanto apego ha mostrado tener, antes de cumplir los 75 años. Después de que el banco retrasara en 2011 la edad de jubilación de los miembros del consejo de administración de los 70 a los 75 años, se rumoreaba si no sería posible que se volviera a modificar los estatutos para alargar aun más la fecha de salida -ya en 2009 la entidad amplió la edad de jubilación del presidente de los 65 a los 70 años-. O que se planteara la posibilidad de que Francisco González permaneciera como presidente de honor. Finalmente, ya sea por decisión propia o también por presiones del Banco Central Europeo, FG ha optado por abandonar ahora la presidencia, a pesar de que su mandato podría haberse alargado hasta marzo de 2020.

El caso de las cuentas secretas de Jersey forzó la salida como copresidente de BBVA de Emilio Ybarra

"Ahora tengo unos meses para decidir qué haré, pero lo que tengo claro es que dejo todos mis cargos aquí", asegura González en una entrevista publicada a las doce de la noche del miércoles por BBVA. "Es fundamental dejar espacio al nuevo equipo (...). Yo algo haré, seguro. Me tengo que reinventar, que es algo que siempre he hecho", declara.

Francisco González, Juan Ignacio Goirigolzarri y José María Aznar, en 2002

González ya se reinventó como inversor en Bolsa siendo informático, y después como banquero. Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad Complutense de Madrid, número uno de la promoción de 1980 como corredor de comercio, comenzó su andadura profesional en un ámbito muy poco accesible en su momento. A mediados de los años sesenta del pasado siglo trabajó como programador informático en IBM -de esa época le debe de venir su empecinamiento por el mundo digital-. Pero fue en la década de los ochenta cuando dio el salto a la gran banca de inversión.

En 1987 González creó FG Inversiones Bursátiles, que llegó a ser la primera sociedad bursátil independiente de España, hasta que fue adquirida en 1996 por Merrill Lynch, en una operación valorada en 3.700 millones de pesetas (cerca de 30 millones de dólares al cambio de entonces). Convertido en millonario, se dio a una de sus grandes pasiones, el golf. Pero sólo tuvo que pasar un par de lunes al golf para que comenzara a otear el horizonte en busca de otras distracciones.

FG resistió la embestida de Sacyr, se negó a participar en la salida a Bolsa de Bankia, rechazó la Sareb, y denunció a Ausbanc

Fue Rodrigo Rato quien, como Ministro de Economía, puso al frente de Argentaria en abril de ese mismo año 1996 a Francisco González. Argentaria era una integración de entidades financieras y de crédito públicas, que acabó siendo engullida por la vorágine privatizadora del primer Gobierno de José María Aznar. FG fue la persona que impulsó la privatización de la entidad financiera creada por el felipismo, dirigida con anterioridad por Francisco Luzón, y su fusión con BBV. En octubre de 1999 se formalizó la fusión entre la entidad privada y la pública, siendo nombrados copresidentes Francisco González y Emilio Ybarra.

Francisco González y Emilio Ybarra, en 1999

El caso de las cuentas secretas de BBV en Jersey dinamitó el tándem e Ybarra, después de que el juez Baltasar Garzón ordenara registros en la sede de BBVA, dio un forzado paso atrás, junto a otros históricos del clan Neguri, en abril de 2002. González puso al frente de BBVA, como consejero delegado, a José Ignacio Goirigolzarri, hoy presidente de Bankia. Gorigolzarri se mantuvo en el puesto hasta septiembre de 2009, coincidiendo con la decisión del consejo de administración de ampliar la edad de jubilación de FG hasta los 70 años, y fue sustituido por Ángel Cano.

Distancia con los políticos

Además de la internacionalización del banco y la apuesta por la digitalización, la presidencia de González se ha caracterizado por su aguante a las presiones políticas.

Durante los últimos meses de 2004, bajo el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, FG resistió la embestida de Sacyr, presidida entonces por Luis del Rivero. La constructora trató de hacerse con BBVA en una operación supuestamente apadrinada por el entonces Ministro de Industria, Miguel Sebastián, quien había sido apartado por FG de su cargo de director del Servicio de Estudios del banco. En febrero de 2015, Sacyr comunicó su decisión de desistir de adquirir el 3,1% del capital del banco.

Luis del Rivero, expresidente de Sacyr.

No tuvo miramientos FG con quien fuera su mentor en Argentaria, Rodrigo Rato. BBVA se resistió y se negó a participar en la salida a Bolsa de Bankia, estando presidida por el exministro del PP. En 2013, cuando el presidente de BBVA acudió a la Audiencia Nacional para declarar sobre esa operación, manifestó que no se había creído las cuentas de la entidad, y que Bankia era un elefante en una habitación.

Tampoco se avino FG a los deseos de otro colega, Luis de Guindos, cuando el Gobierno de Mariano Rajoy solicitó a los bancos españoles entrar en el capital de la Sareb. BBVA se negó a participar, en 2012, en el accionariado del conocido como banco malo.

Luis Pineda, el día de su detención.

Y tampoco se achantó el presidente de Francisco González al chantaje de Luis Pineda. BBVA fue de los pocos bancos que se negó a financiar a Ausbanc, la empresa de Pineda, hoy en la cárcel; la negativa le valió al banco portadas extremadamente negativas en las publicaciones de Ausbanc. En junio de 2016 BBVA se personó en la causa penal abierta contra Pineda denunciando a Ausbanc de extorsión.

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