Las comunidades autónomas son un verdadero quebradero de cabeza para Cristóbal Montoro. Lo cierto es que el año pasado las regiones se desviaron un punto de su objetivo de déficit y acabaron el año con un saldo del 1,7%. Algunas como Cataluña o Comunidad Valenciana prácticamente triplicaron el 0,7% pactado. ¿Cómo hacer que mejore su cumplimiento? La Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas) ha elaborado un documento en el que repasa la situación y hace varias propuestas, una de ellas muy novedosa: modificar el sistema de adelantos del Estado a las comunidades para que no eludan los recortes o subidas de impuestos.
Cada ejercicio, el Gobierno hace una estimación del dinero que tienen que recibir las comunidades autonómicas por el sistema de financiación, teniendo en cuenta la situación económica del momento y las previsiones de recaudación. Y lo reparte. Dos años después se hace la liquidación para ver si dio a cada comunidad lo que realmente le correspondía o si tiene que compensarlas porque recibieron menos de lo que marcaba la situación económica. Esto es lo que pasó el año 2014, por ejemplo.
¿Qué propone ahora Funcas? Revisar la fórmula actual de anticipos e ingresos sobre la que se basa el sistema de financiación del régimen común porque hace que los gobiernos autonómicos se desentiendan de posibles ajustes cuando se producen fuertes choques económicos o imprevistos. “No tienen incentivos claros para recortar gastos o subir impuestos, en particular el IRPF”, sostiene.
Propone un mecanismo en el que la previsión de ingresos se va actualizando a lo largo del ejercicio
Una de las propuestas que hace la fundación es diseñar un nuevo mecanismo en el que la previsión de ingresos se vaya actualizando a lo largo del ejercicio y afecte a los pagos cuenta. Pero no es la única opción. También pone sobre la mesa la posibilidad de adelantar un año el momento de la liquidación final o hacer una atribución directa de la recaudación mensual a las comunidades autónomas por parte de la Agencia Tributaria. Con estas propuestas pretende mejorar el cumplimiento de las comunidades y elevar su compromiso con la consolidación fiscal.
Además de estos cambios, la fundación sugiere que se establezcan sendas de consolidación individualizadas, es decir, objetivos de déficit diferenciados para cada comunidad. Esta propuesta, que hace una y otra vez la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), parte de la base de que el ritmo de los recortes no puede decidirse al margen de la realidad, y los objetivos diferenciados tienen en cuenta la trayectoria de cada región.
Funcas también repasa la Ley de Estabilidad y apuesta por mejorarla después de lo aprendido estos años. A su parecer, habría que introducir un mayor automatismo cuando se produzca un incumplimiento. Es cierto que estos años Montoro ha recurrido más a la amenaza de aplicar la Ley que a los mecanismos que contempla la norma. También cree que habría que eliminar los mecanismos más extremos que en realidad nunca van a llegar a aplicarse, como la suspensión de la autonomía. Asimismo, convendría mejorar los procesos administrativos para tapar los agujeros por los que los planes de ajuste fiscal que presentan las regiones atan de forma laxa a sus gobiernos.
Reformar el sistema de financiación y mejorar la lealtad y cooperación de las CC.AA.
Finalmente, Funcas aboga por una reforma en profundidad del sistema de financiación que refuerce la autonomía tributaria de las comunidades de régimen común, endurezca su restricción presupuestaria y ajuste mejor los recursos a las necesidades de gasto de cada comunidad. La reforma de financiación va a ser sin duda un tema clave en la próxima legislatura y son muchos los organismos que ya están presentando sus propuestas.
Y el último objetivo: mejorar la lealtad y la cooperación. Para conseguirlo, hay que conseguir que el Estado y las CC.AA. pacten realmente los objetivos y no que los imponga la Administración Central, como suele ocurrir. De esta forma, las regiones se sentirán más comprometidas con el cumplimiento de las metas comunes. De hecho, es así como funcionan los países federales. Lo que sí deja claro es que hay que mejorar el cumplimiento de las comunidades y que hacerlo pronto. “Los datos muestran que el escalón autonómico de gobierno es hoy un problema real para la estabilidad fiscal de España”, sostiene el informe.