Casi 12.000 millones de euros -concretamente 11.700 millones-. Esa es la deuda que acumularía la entidad resultante de una fusión entre Vodafone y MásMóvil, operación que está dentro de los planes de Zegona, la empresa que ha adquirido por 5.000 millones de euros la filial española de Vodafone.
En concreto, el fondo inglés ha financiado la adquisición de la compañía con 4.100 millones de euros en préstamos bancarios y 900 millones de euros en acciones preferentes de la corporación de telecomunicaciones.
A esta cifra hay que sumar los compromisos financieros de MásMóvil, que ascienden a 6.700 millones de euros, según fuentes del sector.
Los 6.700 millones de euros del préstamo sindicado se emplearán en pagar a los accionistas que cuentan con títulos en ambas compañías en el caso de que la fusión entre MásMóvil y Orange vea la luz. También se gastará una parte en invertir en infraestructuras 5G y fibra
Una deuda similar a la que tendrán Orange y MásMóvil, cuya fusión se decide desde hace varios meses en Bruselas. El regulador europeo estudia qué condiciones o remedies establecer para que la operación vea luz verde. Todo apunta a que estos serán espectro e infraestructuras, que presumiblemente adquirirá Digi Mobil, operador rumano de telecomunicaciones que da servicio en España.
Los 6.700 millones de euros del préstamo sindicado se emplearán principalmente en pagar a los accionistas que cuentan con títulos en ambas compañías en el caso de que la fusión vaya adelante. Serán remunerados cuando la operación se haga efectiva. Otra cantidad de esa deuda se gastará en la mejora y tendido de infraestructuras, especialmente las que tienen que ver con el 5G y la fibra óptica. Orange acudía a la operación sin compromisos financieros.
Zegona hará recortes y será agresiva en precio
La nueva Vodafone nace con José Miguel García al frente del timón. Fue responsable del crecimiento y venta de Jazztel a Orange por 3.360 millones de euros allá por 2015. También está detrás de la compra de Euskaltel por parte de MásMóvil en el verano de 2021. Lo hizo a través de una Oferta Pública de Adquisición (OPA) amistosa valorada en 2.000 millones de euros. Por esa operación, García se embolsó un total de 34 millones de euros.
Ahora tendrá que acometer recortes. Estos se centrarán principalmente en la plantilla, compuesta por 4.000 profesionales en nuestro país. Para poner esta cifra en negro sobre blanco hay que destacar que Telefónica dispone de 21.000 efectivos en España, Orange cuenta con una plantilla formada por 6.000 trabajadores, mientras que MásMóvil da trabajo a 2.000 personas.
Otra de las áreas que sufrirá recortes es la de infraestructura de red. Vodafone ha invertido tradicionalmente mucho en tecnología 5G y cables. De hecho, en su día adquirió la red de fibra óptica de ONO por 7.200 millones de euros. Sin embargo, el fondo de capital riesgo inglés no tiene intención de seguir esta línea. Su objetivo como empresa es, según la propia Zegona, es "ofrecer rentabilidades atractivas para los accionistas". Lo cierto es que se trata de una entidad que se mueve a gran velocidad. "Entran, consiguen la rentabilidad y salen", explican fuentes del sector a Vozpópuli.
La política de precios será sumamente agresiva, explican las mismas fuentes. El hecho de que necesite recuperar el terreno perdido por Vodafone en los últimos años en lo que a número de clientes se refiere está detrás de esta política.
El operador inglés ha visto caer los clientes de su marca principal, justo al contrario de lo que sucede con Lowi, su línea de productos de voz y datos de bajo coste. Está previsto que Zegona mantenga y potencie esta enseña.
