La nueva generación del Clio ha dado un importante salto cualitativo en todos los aspectos frente al modelo anterior, incluido el tecnológico. Y es que además de la última generación de motores incorpora una nueva variante del motor TCE tricilíndrico que puede funcionar tanto con gasolina como con gas licuado, lo que se conoce como Autogas. Un sistema dual que se desarrolla en el propio proceso de producción en fábrica y no, como algunos modelos de otras marcas, en forma de adaptación posterior.
Y a diferencia por ejemplo de los modelos GNC del Grupo Volkswagen, permite al conductor escoger de forma manual si circular en modo GLP o en modo gasolina a través de un pequeño mando a la izquierda del volante que, además, cuenta con una pequeña indicación luminosa para informar del volumen de gas disponible. Eso sí, cuando éste se acaba pasa de forma automática al modo gasolina sin que el conductor tenga que actuar en un proceso que apenas se llega a percibir.
Para la recarga, dispone de un pequeño adaptador que se enrosca en la pequeña boca de llenado situada junto a la del depósito de gasolina, un pequeño engorro al repostar junto al hecho de tener que mantener pulsado en todo momento un mando en el surtidor de gas en un proceso más lento que el de llenar el depósito de gasolina.
Pero el resultado sin duda compensa, y al precio actual del gas licuado disfrutas en el Clio de una autonomía a velocidades legales en carretera o autovía de casi 400 kilómetros, lo que supone que el coste cada 100 kilómetros no llega a los cinco euros, muy por debajo de los aproximadamente ocho euros que cuesta cuando utilizamos el depósito de gasolina. Este, 32 litros de capacidad, asegura una autonomía por encima de los 500 kilómetros con facilidad, lo que convierte a este Clio GLP en un rodador de largas distancias.
Porque además de económico, el motor TCE de 100 CV proporciona un dinamismo en carretera más que notable, sobre todo cuando de mantener ritmos más o menos altos se refiere –hablamos de entre 130 y 140 km/h de marcador–, mostrándose algo más perezoso a la hora de ganar velocidad, pues con sólo cinco marchas y desarrollos finales tirando a largos requiere a la hora de adelantar reducir a cuarta para mantener un régimen de giro algo elevado.
No es dentro de la gama Clio la versión más indicada para moverte frecuentemente en trazados de continuas subidas y bajadas o muchas curvas que obligan a cambiar el ritmo constantemente, pero para los habituales recorridos por amplias carreteras o autovías que definen la mayoría de los trazados españoles este Clio GLP se desenvuelve a la perfección, con un notable silencio de marcha a velocidades medias/altas y un chasis que acompaña por confort de rodadura.
Sólo en ciudad a baja velocidad requiere más atención de lo habitual en el juego embrague/acelerador pues la respuesta a muy bajo régimen al iniciar la marcha es algo tenue y en algún momento puede llegar a calarse el motor si no aceleras con algo más de intensidad de lo normal. Una vez te haces a ello el Clio GLP se convierte en un perfecto aliado para el día a día urbano, con un coste por kilómetro a baja velocidad muy ajustado, unos 4 €/100 km en modo GLP.
FICHA TÉCNICA:
VERSIÓN Clio 1.0 TCe GLP ZEN; MOTOR Gasolina, 3 cilindros, turbo; CILINDRADA 999 cm3; POTENCIA MÁXIMA 100 CV a 5.000 rpm; PAR MÁXIMO 140 Nm a 2.750 rpm; VELOCIDAD MÁXIMA 188 km/h; ACELERACIÓN 0-100 KM/H 12,5 s; CONSUMO EN RECORRIDO PRUEBA 6,4 l/100 km; AUTONOMÍA 500 km; DIMENSIONES 4.050 / 1.798 / 1.440 mm; NEUMÁTICOS 195/55 R 16; PESO EN VACÍO 1.212 kg; MALETERO 340 l; PRECIO 18.150 €
VALORACIÓN: 7.8/10
PRESTACIONES 7/10 * COMPORTAMIENTO 8/10 * CONSUMO URBANO 9/10 * CONSUMO CARRETERA 8/10 * ESPACIO INTERIOR 7/10
