Economía

Sánchez paga 209.179 euros a un 'think tank' europeo que aplaude su política energética

El Gobierno ha acordado en octubre dar su contribución al Centro Bruegel. Uno de los grandes centros de estudios económicos que ha aplaudido la estrategia energética que ha ejecutado Moncloa

  • El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. -

El Gobierno aprobó el pasado 11 de octubre la publicación delPlan + Seguridad Energética, un paquete de 73 medidas para proteger a la población frente a la crisis de precios provocada por la guerra en Ucrania. Un amplio programa que contaba, entre otros datos, con los del Centro Bruegel, un ‘think thank’ del que es miembro España y que ha aplaudido las medidas adoptadas por el Gobierno en materia energética. 

El Ejecutivo anuncia el envío de 209.179 euros a este ‘think tank’ con sede en Bruselas dos semanas después de publicar su plan energético. A través del Ministerio de Asuntos Económicos, el Gobierno contribuye con esta cuantía con el Centro Bruegel que es la que "corresponde al año 2022”. Fuentes cercanas al Gobierno señalan que todas las grandes economías europeas también participan en Bruegel, como es el caso de Reino Unido, Alemania, Italia, Holanda o Francia y que es considerado como uno de los "mejores 'think tanks' del mundo".

Una de sus investigaciones recientes, publicada en agosto de 2022 y titulada: Políticas nacionales para proteger a los consumidores del aumento de los precios de la energía (National policies to shield consumers from rising energy prices), es la que ha utilizado el Gobierno para 'aplaudirse' en la presentación de su plan energético. Este informe coloca a España como la quinta economía de la UE que mayor volumen de fondos ha destinado a reducir la factura energética de sus consumidores en términos absolutos.

En concreto, Bruegel identifica que entre septiembre de 2021 y julio de 2022, el Gobierno ha comprometido movilizar un esfuerzo de 27.300 millones de euros para ese fin, lo que corresponde al 2,3% del PIB. Estos investigadores realizan su trabajo gracias a las suscripciones anuales de sus miembros, que son contribuciones a la financiación básica, en lugar de proyectos individuales o áreas de investigación. Todos los miembros corporativos aportan la misma cantidad: 50.000 euros al año. Unas corporaciones entre las que aparecen Iberdrola, Enel, Banco Santander, BBVA, Google o Apple. 

Las contribuciones de los países que se integran dentro del 'think tank' dependen del tamaño del país y su economía. España mantiene un requerimiento de contribución que ronda los 200.000 euros al año. Con sede en Bruselas, Bruegel fue creado en 2005 a impulso de los Estados de miembros de la Unión Europea (principalmente Francia y Alemania) para contar con un centro con "ideas independientes" que "mejorase las políticas europeas".

Recuerda al Gobierno su uso del gas

Los informes de este centro de estudios son de los más respetados por los miembros de la Unión Europea y Reino Unido. Y en la crisis energética actual, sus datos se tienen muy en cuenta en el sector. Además de analizar las políticas de energéticas de cada país en la amenaza de Rusia, tal y como informó Vozpópuli, la última investigación de Bruegel puso de relieve las diferentes soluciones de las potencias europeas para atajar los problemas de producción eléctrica que se han vivido en este 2022.

Los datos de los expertos es que el gas y el carbón se han convertido en el principal recurso para producir electricidad de los países porque la nuclear, el sol, el agua y el viento no han acudido al rescate de los miembros de la Unión Europea en plena amenaza de Putin.

Con España como claro ejemplo en el aumento del uso del gas. El 68,7% de todo el incremento en la generación con gas producido en Europa llega del mercado español. Hasta el mes de septiembre, los productores españoles han producido un total 15,54 teravatio-hora (TWh) más de electricidad con gas debido también a las necesidades de Francia, que ha pasado de vender a comprar electricidad a su vecino del sur.

Este 'think tank', del que España es miembro, destaca que la producción eléctrica en territorio español es la que más ha aumentado su uso de gas, un crecimiento del 7%. Una alternativa que no convence al Gobierno al ser emisora de CO2 pero, como destacan los datos de Bruegel, han servido para asegurar su suministro eléctrico.

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