Cincuenta a cincuenta -fifity, fifty-, que diría un anglosajón. Así está el equilibrio de fuerzas en torno a la DST (Digital Services Tax, Tasa de Servicios Digitales en castellano) o 'tasa Google' denominada de forma coloquial, uno de los impuestos más controvertidos de la era Sánchez.
Los cuatro grandes partidos se encuentran polarizados en este sentido. PP y Ciudadanos plantean directamente abolirlo mientras que el PSOE lo mantendría y Podemos lo endurecería de forma significativa.
El partido de Pablo Iglesias presionará a Sánchez para que incremente la presión fiscal sobre los denominados GAFA (Google, Apple, Facebook y Amazon), además de a todas las grandes empresas digitales.
Queda como incógnita saber si la formación morada se ceñiría al pago del 3% de la facturación establecido por Pedro Sánchez o incrementaría este porcentaje.
En el punto 244 de su programa electoral Podemos desgrana que pretenden "fijar un impuesto para operaciones de la economía digital que no tributan, como publicidad e intermediación online y venta de datos, limitado a empresas con ingresos anuales totales mundiales de al menos 500 millones de euros y con ingresos en España superiores a los 3 millones de euros".
La actual tasa Google aprobada por el Gobierno de Sánchez obliga a tributar a las empresas que facturen más de 750 millones a escala global o tres millones a escala global un 3% de la facturación proveniente de la publicidad -caso de Google-, la intermediación en línea -poner en contacto a compradores y vendedores, caso de Amazon- o la venta de datos -caso de prácticamente todos los grandes de Internet-.
Podemos endurecería la tasa reduciendo la barrera de pago de los 750 millones de euros de facturación a los 500 millones de euros. Es decir, habría más empresas obligadas a abonarlo. Queda como incógnita saber si la formación morada se ceñiría al 3% establecido por Pedro Sánchez o incrementaría este porcentaje.
PP y Ciudadanos acabarían con la DST
Albert Rivera y Pablo Casado directamente tumbarían el impuesto. Daniel Lacalle, economista y número 4 por Madrid al Congreso, aseguró hace unos días en declaraciones a Europa Press que no recuperará la tasa Google porque supone un freno para la atracción de talento tecnológico, además de manifestar que "poner impuestos a empresas norteamericanas puede hacer que el secretario de Estado de Comercio de Estados Unidos te hunda". Un extremo que ya publicó este medio recientemente.
La DST fue tumbada por Irlanda y los países nórdicos. La falta de consenso entre los Estados miembro provocó hace sólo unas semanas que Europa decidiese aparcar la medida de forma indefinida. Este es el principal motivo por el que Ciudadanos se posiciona en contra de este impuesto.
Ciudadanos se posiciona contra la tasa Google al haber sido rechazada por la Unión Europea
"La capacidad recaudatoria de la llamada tasa Google ha sido cuestionada incluso por la Comisión Europea. En Cs consideramos que no tiene sentido imponer un impuesto unilateralmente porque solo puede provocar cambios de decisiones empresariales para reducir sus inversiones en España. Este es otro de los impuestazos de Sánchez, que se añade a la larga lista del Gobierno, con los que intentó cuadrar unos presupuestos donde no cuadraban las cuentas", explican desde la formación naranja.
"En todo caso, en Cs entendemos que, aunque la economía digital obliga a replantearse algunos impuestos, creemos que un impuesto así solo tiene sentido si es coordinado a nivel internacional. Defendemos una tributación efectiva y justa de todas las empresas, no solo de las tecnológicas", concluye el partido de Albert Rivera.