El presidente francés, François Hollande, y la canciller alemana, Angela Merkel, aseguraron este lunes que la puerta "sigue abierta" para las negociaciones con Grecia, pero que le corresponde a este país presentar una nueva propuesta aceptable para los Estados de la zona euro. "No queda mucho tiempo. Hay urgencia tanto para Grecia como para Europa", aseguró Hollande en una declaración conjunta con Merkel tras mantener una reunión en el Palacio del Elíseo.
Ambos mandatarios coinciden en que quieren una relación solidaria con Grecia, pero sin olvidar la responsabilidad del país heleno. "Nosotros queremos una moneda única y queremos mantenerla".
"La puerta sigue abierta a las discusiones, y por eso los jefes de Estado y de Gobierno de la zona euro se reúnen mañana", dijo Merkel, quien, sin embargo, destacó que las condiciones para un nuevo programa "todavía no se han reunido", por lo que tendrán que escuchar las propuestas del primer ministro griego, Alexis Tsipras. "Es urgente que tengamos proposiciones precisas para poder encontrar una salida a la situación", agregó la canciller alemana.
Este mismo lunes, Alexis Tsipras habló por teléfono con la canciller alemana y ambos han acordado que Grecia presentará una nueva propuesta en la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de países del euro que se celebrará este martes en Bruselas. Pero Alemania, horas antes de la reunión entre Merkel y Hollande se mostraba bastante más inflexible. El portavoz del Gobierno alemán, Steffen Seibert, afirmó que "no se dan las condiciones" para volver a negociar con Grecia y apeló al Gobierno griego a actuar para mantener al país dentro del euro. Aunque el portavoz de Merkel señaló que están dispuestos a escuchar a Atenas, descartó un tercer rescate si Grecia no acepta nuevas reformas.
El 'no' sienta mal en Europa
Los dos líderes aseguraron haber "tomado nota" del rechazo de los griegos en el referéndum del domingo, a las propuestas de los acreedores, pero recordaron que hay otros 18 países cuya opinión debe ser también tenida en cuenta.. Y es que los socios europeos de Grecia mostraron su malestar ante la victoria del 'no' en el referéndum celebrado el domingo, una decisión que consideran que complicará cualquier negociación que se ponga ahora en marcha y para la que exigen a Atenas dar un primer paso.
"Los griegos quieren quedarse en la eurozona. Esa es también mi meta. Pero vamos a ver si lo conseguimos", dijo el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, en una declaración que deja ver el mal sabor de boca que ha dejado el rechazo de un 61,3 % de los votantes griegos a las últimas propuestas de los acreedores. Los contactos se han sucedido a lo largo de la jornada entre las capitales, los líderes comunitarios y, por supuesto, Atenas.
En Bruselas, justo una semana después de que el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, se pronunciara públicamente a favor del "sí", ha sido el vicepresidente de la Comisión Europea (CE) para el Euro, Valdis Dombrovskis, el encargado de mostrar el "respeto" de la institución al resultado del voto heleno.
Sin embargo, advirtió de que este resultado "aumenta la distancia" entre Grecia y sus socios del euro y complica unas futuras negociaciones que la CE afirma estar dispuesta a comenzar tan pronto como reciba la luz verde del Eurogrupo para ello.
Rajoy también quiere rapidez
Por su parte, Mariano Rajoy ha defendido que, tras el referéndum en Grecia, se acelere la negociación de la UE con este país. "Se ha negociado, debe seguir negociándose y hay que terminar rápidamente la negociación", ha subrayado. El jefe del Ejecutivo, quien este martes viajará a Bruselas para participar en la cumbre de líderes de la eurozona que analizará la situación generada por el 'no' griego, ha recalcado la necesidad de que "las cosas se desarrollen con rapidez" porque "los problemas siguen ahí".