Este domingo, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció -como es habitual, a través de Twitter- que este viernes aumentará los aranceles contra las importaciones tecnológicas chinas de un 10 a un 25% por un valor de más de 200.000 millones de dólares, una medida que se produce en plena recta final del proceso de negociación para poner fin a la guerra comercial existente entre ambos países.
La decisión de hacerlo público a través de una red social en plena noche del domingo no es casual, ya que esta misma semana, una delegación del Gobierno chino tenía programado viajar a Washington para alcanzar un acuerdo definitivo que pusiera fin a las tensiones comerciales entre ambos países. La noticia ha sorprendido a la comunidad internacional y a los mercados, ya que todo parecía indicar que el acuerdo entre Washington y Pekín se encontraba a la vuelta de la esquina.
De hecho, hace varios días el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, aseguró desde Pekín -donde se encontraba como parte de una delegación estadounidense- que las negociaciones se encontraban en las "rectas finales". De manera paralela, esta misma semana estaba programada la visita a Washington de una delegación china liderada por el viceprimer ministro chino, Liu He.
Los mercados no han tardado en reaccionar al último episodio de la guerra comercial entre China y Estados Unidos, que en los últimos meses había quedado relegada a un segundo plano en el panorama económico internacional.
Poco después de conocerse la noticia, Wall Street abría este lunes con pérdidas y el Dow Jones de Industriales, su principal indicador, descendía un 1,45 %. En el caso del IBEX 35, llegó a caer ayer hasta un 1,66%, igual que el resto de las Bolsas europeas, todas ellas alarmadas por el anuncio del presidente de Estados Unidos. No obstante, las bolsas asiáticas han sido las peores paradas han sido las bolsas asiáticas.
Trump, riesgo para el capital
Las decisiones de Donald Trump en materia de política exterior siempre se han caracterizado por ser impredecibles y por suponer un "riesgo" para la economía, tanto a nivel internacional como nacional.
Los fondos de inversión y expertos en la materia se han dividido entre aquellos que opinan que no es más que una estrategia para presionar a China y que el acuerdo va a llegar a finales de semana y aquellos que temen que el fin de las negociaciones esté mucho más cerca de lo que parece.
No obstante, existe cierto consenso en dos factores: por un lado, que la decisión de Trump ha pillado a los mercados por sorpresa, y que ante todo, no es positiva. Sin ir más lejos, el magnate de las inversiones Warren Buffet aseguraba este lunes que la medida de Trump es "muy mala para todo el mundo". "Si de verdad tenemos una guerra comercial, sería malo para todo el mundo, y podría ser muy malo, dependiendo de hasta dónde se lleve", afirmó el conocido como 'oráculo de Omaha' por su olfato inversor.
Michael Block, experto en mercados y asesor en el fondo de inversión Third Seven Capital, declaraba en plena caída libre de Wallstreet que entre su sector "existía un consenso" de que el acuerdo con China ya era una realidad. "El tuit puede que sea una táctica, pero ha funcionado y muchos inversores están actuando por si acaso", aseguraba.
Desde Julius Bär han sido mucho más críticos con la decisión del mandatario. "A pesar de que el anuncio es una completa sorpresa, ya habíamos identificado estas negociaciones como el principal riesgo de mercado para lo que quedaba de 2019", ha asegurado su jefe de inversiones, Yves Bonzon. Para el banco suizo, es muy probable que todo forme parte de una estrategia de Trump para "conseguir nuevas concesiones" por parte de los chinos, aunque le han advertido de que si continúa así puede "poner en riesgo" su relección de cara a 2020.
Para Rothschild, todavía existen "importantes motivos de fricción" entre China y Estados Unidos, por lo que, a pesar de que contemplan la posibilidad de un acuerdo, creen que será "diluido" con posibles recaídas en las tensiones entre ambos países y el consecuente peligro para los mercados.
El acuerdo aún es posible
A pesar de que inmediatamente después de que Trump proclamase que aumentaría el importe de los aranceles a productos tecnológicos chinos, la prensa internacional comenzó a hacerse eco de que la delegación de Pekín no iba a acudir a la capital norteamericana esta semana, de acuerdo con el portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Geng Shuang, el Ejecutivo chino continúa preparándose para viajar a territorio estadounidense.
"Ha habido muchas ocasiones en las que Estados Unidos ha amenazado con aumentar las tarifas", aseguró Shuang ayer en una rueda de prensa. De acuerdo con los expertos, el motivo por el que Trump ha decidido lanzar nuevas amenazas de una manera tan pública y contra un sector tan clave como lo es el tecnológico no es otro que el de presionar al Ejecutivo de Xi Jinping y acelerar las negociaciones, ya que, a su modo de ver, avanzan pero "muy lentamente" como estableció en el tuit publicado este domingo.
Ahora, la decisión de suspender las negociaciones o no está en manos del viceprimer ministro Liu He, el mayor representante del Gobierno chino en la delegación que iba a enviar Pekín a Washington.
A pesar de las declaraciones del portavoz del Ministerio de Exteriores chino, el diario estatal chino el diario estatal chino 'Global Times' ha señalado que es "muy improbable" que Liu viaje a Estados Unidos esta semana tal y como estaba previsto tras las "amenazas" proferidas por Trump. Lo único que queda claro es que si el viceprimer ministro chino no aterriza finalmente en Washington esta semana, el fin de la guerra comercial estará mucho más lejos que antes.