Tres de cada cuatro bancos significativos de la zona euro, el 75% de las principales entidades de la región, logra una rentabilidad inferior al 8% que los inversores exigen para mantener acciones de un banco, según el vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos.
De hecho, el segundo en la Ejecutiva del BCE ha señalado que la rentabilidad agregada sobre los recursos propios de las entidades de la zona del euro se ha situado por debajo del 6% en los últimos doce meses hasta junio de 2019.
Guindos ha advertido de que el actual entorno macrofinanciero en la zona euro resulta difícil para las entidades de la región, ya que el debilitamiento reciente de las perspectivas de crecimiento y el consiguiente entorno asociado de tipos más bajos durante más tiempo "probablemente lastrará sus perspectivas de rentabilidad".
Sin embargo, el vicepresidente del BCE ha señalado que los factores estructurales explican principalmente la débil rentabilidad del sector, señalando particularmente la "sobrecapacidad" del sector. "Hay demasiados bancos", ha asegurado.
En este sentido, el banquero central ha apuntado que muchos de estos bancos cuentan con pequeñas cuotas de mercado y se encuentran bajo elevadas presiones competitivas, también por parte de otros agentes como las fintech.
"Ineficiencia de costes" de los bancos
Asimismo, el exministro de Economía ha señalado la "persistente ineficiencia de costes" de las entidades de la zona euro, con duplicidades de redes de oficinas, lo que mantiene elevada su ratio de costes sobre ingresos, que se sitúa en una media del 66%, por encima de la de sus competidores de Estados Unidos y los países nórdicos.
De este modo, Guindos considera que los bancos de la zona euro cuentan con margen para ajustar sus modelos de negocio, además de reiterar que la consolidación del sector puede permitir a las entidades aprovechar economías de escala que mejorarían sus resultados.
Por otro lado, el vicepresidente del BCE ha destacado la mayor resiliencia de los bancos de la zona euro, que cuentan con más capital y de mejor calidad en sus colchones de liquidez, aunque advierte de que solo una pequeña parte del capital de las entidades se encuentra en forma de amortiguadores contracíclicos, que puede usarse en casos de crisis, lo que sugiere que los actuales requisitos de capital de la banca aún pueden ajustarse para dar mayor importancia a estos amortiguadores.