"¿Es el enemigo? Que se ponga". Esa era la frase con la que el mítico Gila, teléfono en ristre, daba cuerpo a uno de sus monólogos más célebres. Sí, monólogo. Aunque puede parecer un invento exclusivo de los norteamericanos, el cómico español llevaba decenas de años haciendo reír con este formato.
El caso es que Gila se comunicaba con el enemigo a través de un teléfono fijo, de aquellos que tenían agujeros en los que había que meter el dedo y girar el artefacto para marcar toda la secuencia numérica.
Un invento que hasta la década de los 90 gozó siempre de un genial estado de salud, pero que perdió protagonismo con la llegada del móvil.
Si en 2012 hablamos 61.900 millones de minutos, en 2016 la cifra fue de 32.400 millones
Hoy vive arrinconado, condenado al ostracismo. El teléfono móvil tiene la culpa. Las tarifas planas, un fenómeno relativamente frecuente, están siendo su puntilla. Ni nos levantamos del sofá para llamar desde el fijo. Para qué, si puedo hacerlo desde el móvil. ¿Llamar a mi primo para decirle que me paso a verle? Mejor mando un WhatsApp. La realidad es que en cuatro años el número de minutos de tráfico gestionado se ha reducido de forma vertiginosa.
Según los datos que recoge la CNMC (Comisión Nacional de los Mercados y las Telecomunicaciones), su uso se ha recortado a la mitad. Si en 2012 hablamos 61.900 millones de minutos, en 2016 (últimos datos registrados) la cifra fue de 32.400 millones de minutos.
Un descenso que podría ser aún más pronunciado. Los dos últimos años (2017 y 2018) están siendo los de la expansión de las tarifas planas de voz y datos. De mantenerse este ritmo de manera constante, dentro de cuatro años no se hablaría ni un sólo minuto desde el fijo. Es algo que seguramente no va a ocurrir, pero será un dispositivo residual, como en muchos hogares ya lo es hoy en día.
Los paquetes convergentes de Internet en casa y teléfono móvil han pasado de tener 1 millón de clientes en 2012 a llegar a más de 6 millones en 2016
Los paquetes crecen al 600%
De hecho, analizando los datos correspondientes a la misma horquilla temporal (2012-2016) los paquetes convergentes de Internet en casa y teléfono móvil han pasado de tener 1 millón de clientes en 2012 a llegar a más de 6 millones en 2016.
De nuevo, todo hace apuntar a que la cifra será superior en 2018, debido a las agresivas ofertas en el apartado de tarifas convergentes de los grandes operadores y al empuje de los OMV (Operadores Móviles Virtuales), que ofrecen desde no hace demasiado este producto.