El director de la Agencia Tributaria, Santiago Menéndez, presentará este jueves las principales líneas de actuación del Plan de Control de 2017 para mejorar la lucha contra el fraude fiscal. Se trata de un plan que se elabora año tras año y que se da a conocer en los primeros meses de cada ejercicio. El objetivo es mejorar la lucha contra el fraude en España y elevar los ingresos por este concepto.
En esta ocasión, el Plan pondrá el foco en las grandes fortunas del país y la elusión fiscal que practican las multinacionales. Sin embargo, también seguirá de cerca el fraude que rodea a la economía digital y los procedimientos abiertos sobre la amnistía fiscal de 2012. De hecho, Hacienda ya avisó por carta a todos los amnistiados de que les analizaría con lupa.
Lo que está claro es que el ministro de Hacienda y Función Pública, Cristóbal Montoro, parece dispuesto a endurecer el control y la fiscalidad de las grandes empresas del país. Así lo dejó caer el miércoles durante su comparecencia en la Comisión de Hacienda del Congreso, donde dijo que no se podía entender que los grupos consolidados paguen un tipo medio del 7% cuando las pymes llegan a pagar, de media, un 18%.
Las grandes empresas siguen siendo el gran objetivo para el Gobierno a pesar del los últimos hachazos fiscales
Y eso que el Gobierno ha recurrido a las grandes empresas para cuadrar las cuentas de 2016 y de 2017 con un hachazo fiscal de unos 14.000 millones anunciado en solo tres meses. Lo hizo primero al recuperar el mínimo obligatorio en el pago fraccionado del Impuesto de Sociedades para recaudar unos 9.000 millones en 2016. Y dos meses después con el endurecimiento de algunas deducciones para conseguir 4.650 millones extra en 2017.
En cualquier caso, los técnicos de hacienda llevan años pidiendo a Hacienda que endurezca el control tributario de las multinacionales y los grandes patrimonios porque son responsables de la mayor parte del fraude que hay en España. Pero es un tipo de fraude ciertamente difícil de perseguir porque ese tipo de empresas recurren a una elaborada ingeniería fiscal para eludir el pago de impuestos.
Plan de Control 2016
El año pasado, Hacienda decidió potenciar la lucha contra la economía sumergida y la investigación de los patrimonios y rentas que pudieran estar ocultos en el exterior. Para ello utilizó la información de la declaración 720 y la de la iniciativa FATCA de EE.UU. sobre cuentas extranjeras y de terceros países. De hecho, llegó incluso a crear nuevas herramientas informáticas para ordenar y tratar la información.
Además, intensific´ las actuaciones presenciales para verificar la efectividad del cumplimiento de la limitación de pagos en efectivo, una medida que se ha endurecido este año a 1.000 euros, y el control de la cesión opaca de viviendas con fines turísticos, dado el auge de plataformas como Airbnb o Wimdu. Es probable que estas líneas de trabajo se mantengan en el nuevo Plan de Control.
En cualquier caso, el plan tiene que ser ambicioso porque el Gobierno se ha propuesto mejorar los ingresos procedentes de la lucha contra el fraude fiscal en al menos 2.000 millones. La nueva limitación de los pagos en efectivo y el plan de control electrónico de IVA en tiempo real, obligatorio para un colectivo de más de 62.000 contribuyentes, son algunas de las medidas a la que Hacienda fía el extra de la recaudación.